La policía desaloja a los taxistas de La Castellana
Unos 2.000 taxistas pasaron la noche cortando el Paseo de la Castellana de Madrid con motivo de la huelga indefinida que mantienen desde el lunes
Octavo día de huelga del taxi y la policía ya se ve obligada a intervenir. Después de que los conductores protestaran cortando el Paseo de la Castellana durante la noche, como ya hicieron el verano pasado, los agentes cargaron para despejar la avenida en una operación que terminó frente al hotel Villa Magna..
A primera hora de la mañana llegaron los antidisturbios para comenzar a desalojar a los taxistas, que contestaron con una sentada al grito de «somos taxistas, no terroristas». También se enviaron al lugar varias grúas para retirar los vehículos que bloquean la Castellana, una de las principales arterias de la capital.
Alrededor de 2.000 taxistas realizaron una «vigilia» la noche anterior entre la plaza de Colón y la glorieta de Gregorio Marañón para protestar por la regulación de las VTC. El domingo, los taxistas enviaron un llamamiento a sus compañeros de toda España para que se acercaran a Madrid a unirse a las protestas.
Más de 1.000 agentes desalojan la Castellana mientras los taxistas retiran los coches para evitar ser multados
Tras la protesta se contabilizan cuatro detenidos mientras aumenta la tensión entre los participantes. Los manifestantes se encararon con la policía y se negaron a moverse. Sin embargo, la policía consiguió ganarles terreno poco a poco.
Más de 1.000 agentes de la Policía Nacional con la colaboración de la Policía Municipal se desplazaron hasta el lugar. Muchos taxistas decidieron empezar a retirar sus coches del lugar para evitar ser multados y que las grúas municipales se los llevaran al depósito.
Preacuerdo entre la Comunidad y el Ayuntamiento
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, y la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, llegaron el viernes a un preacuerdo para regular los vehículos de transporte con conductor (VTC) mediante una «distancia mínima» en la contratación.
Es decir, que no se haría mediante tiempo -como se ha decidido hacer en Cataluña- sino por espacio. Así, según el borrador el usuario de un VTC debe encontrarse a una distancia mínima de 300 metros del vehículo para poder contratarlo, lo que, a juicio de los taxistas, es «una anécdota o una burla».
El principal escollo es el tiempo de contratación. Los taxistas consideran que se tiene que establecer un tiempo mínimo de antelación para la contratación de las VTC. Empezaron pidiendo entre seis y 12 horas, que después redujeron a incluso una hora. En Cataluña este tiempo es de 15 minutos que los ayuntamientos pueden ampliar a una hora.
El sector de las VTC asegura que el 98% de sus contrataciones corresponden a servicios realizados en el momento, por lo que aplicar esta medida supondría el final de su servicio.