La oposición carga contra Colau por su «falta de modelo» de seguridad en Barcelona
ERC, Junts, Cs, PP y BCN pel Canvi coinciden en la cronificación de la inseguridad y el ninguneo de Barcelona en Comú a la Guardia Urbana
El gobierno de Ada Colau está solo frente a una inseguridad ciudadana que se ha cronificado en Barcelona. Los partidos de la oposición critican la «falta de modelo» de una corporación municipal enfrentada con la Guardia Urbana desde que llegó al consistorio en 2015.
ERC, Junts, Cs y el PP –consultados por Economía Digital– han coincidido en la dejadez de Ada Colau con la Guardia Urbana y el abandono de las políticas focalizadas a la seguridad. «Esto no se soluciona ni en un año ni en un mandato, pero tampoco puede ser que se venda maquillaje», lamenta el concejal de Junts per Catalunya, Jordi Martí.
«Un problema de fondo» con la gestión de recursos
Uno de los «maquillajes» que critica Martí es el de la promesa de 1.000 agentes nuevos de la Guardia Urbana en Barcelona, puesto que se omite en la cifra la tasa de reposición: «Cada año hay entre 80 y 90 jubilaciones». El concejal cree que el número de efectivos disponibles se incrementarán a mucho estirar con unos 500 más.
Preguntado ante el aumento de robos e inseguridad, coincidiendo con la remisión de la pandemia, el concejal posconvergente ha lamentado que hay «un problema de fondo», que es la mala distribución de agentes durante el mes de verano: «No cambiaremos los números de forma radical mientras Barcelona de junio a septiembre tenga 4 de cada 10 agentes fuera de servicio«.
El edil del equipo de Elsa Artadi lamenta que, cuanta más gente hay, es cuando hay menos efectivos, y los pocos que hay se distribuyen de forma deficiente. Martí exige que se esta distribución cambie, siempre desde el «diálogo social» con sindicatos y con un acuerdo que satisfaga a la Guardia Urbana.
«El fracaso de su modelo ha estado precisamente la ausencia de modelo»
«El fracaso de su modelo ha estado precisamente la ausencia de modelo. Hemos pasado del desprecio político del primer mandato al retorno del modelo más clásico con la llegada de Albert Batlle», explica el concejal de ERC Jordi Coronas. «Es probable que los Comuns hayan aprendido que la política es necesaria».
«Dar apoyo a la policía no es darles golpes en la espalda, sino hacer que la Guardia Urbana sea una de las policías más modernas, democráticas y eficientes del mundo. Aquí tenemos mucho campo para recorrer y hace falta hacerlo con la implicación, la confianza y la profesionalidad del propio cuerpo», expone el edil republicano.
Preguntado ante el hecho de que algunos gobiernos de Europa de los peligros de Barcelona en sus viajes a España, Coronas se muestra disgustado porque la capital catalana sea consierada como «ciudad peligrosa», aunque no cree que sea «más peligrosa que cualquiera de las grandes ciudades de Francia, Gran Bretaña o muchas otras capitales europeas«.
«¿Qué es Barcelona? Una ciudad sin ley»
Más dura ha sido la portavoz de Ciudadanos, Mariluz Guilarte, que añade que más allá de los robos y la inseguridad la inestabilidad política en Cataluña ha agravado la mala imagen que se tiene de Barcelona. «No hay voluntad política para abordar este tema, para poner solución y poner medidas».
Guilarte acusa a Colau de gestionar la seguridad de Barcelona con «ausencia de modelo» y pide dejar las pesquisas ideológicas fuera del tablero: «Solo cabe reforzar con herramientas este ámbito». Además, critica a Colau por ningunear a la oposición: «Les hemos presentado un plan de seguridad, pero se niegan a discutirlo».
«¿Qué es Barcelona? Una ciudad sin ley, donde la delincuencia campa a sus anchas», lamenta la edil naranja tras hacer corresponsable de la situación en Barcelona al PSC, socio menor del gobierno municipal. «Sin seguridad no hay nada, no hay tranquilidad», recuerda mientras incide en el aumento de la violencia: «Hemos visto hasta peleas a machetazos en las calles».
«Las cifras de delincuencia asustan a todo el mundo»
El concejal del PP, Josep Bou, incide en la falta de recursos que sufre el cuerpo y en disponer de una «estructura mucho más eficiente»: «Hacen falta refuerzos y no solo en verano». Además, insiste en las carencias de los agentes con la falta de pistolas táser: «Barcelona en Comú nunca ha visto a la Guardia Urbana como una herramienta imprescindible».
«El modelo de seguridad no ha sido el adecuado. Las cifras de delincuencia asustan a todo el mundo y Barcelona tiene que ser una ciudad segura porque sin seguridad no hay libertad no hay crecimiento económico. A BCN Comú no le gusta nada de lo que tenga que ver con la seguridad y la policía, y la prueba está en que la ha dejado en manos del PSC», lamenta el concejal popular.
La gestión del Gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni, corresponsables de la seguridad de Barcelona, ha conseguido unir a partidos de ambos extremos del espectro político bajo una misma idea: Barcelona necesita acabar con una gestión negligente del modelo de seguridad que compromete a los ciudadanos y pone en jaque a los turistas.
«Los antecedentes de los otros veranos no son buenos»
En cuanto a la portavoz de Barcelona pel Canvi, Eva Parera, exige que no tengamos «un verano como el de antes de la pandemia, donde los vecinos tenían que hacer guardias para que no se ocuparan locales de forma ilegal, como tampoco podemos ver imágenes de estiradas de relojes a plena luz el día«.
«Los antecedentes de los otros veranos no son buenos, por tanto, tendrían que haber hecho los deberes para evitar reiteradas situaciones de inseguridad. Han tenido toda la pandemia para prepararse y mejorar protocolos y actuaciones», lamenta la líder de BCN pel Canvi, mientras defiende que la «seguridad» no es una «prioridad» para Ada Colau.