La oposición busca acorralar a Albares tras el «fiasco» de Argelia
"Si se tratara de un Gobierno serio, el ministro vendría a petición propia", critican fuentes parlamentarias consultadas por Economía Digital
La crisis con Argelia, inesperada incluso para el propio Gobierno español, ha abierto una nueva zanja entre el PSOE y el resto de partidos con presencia en el Congreso. El PP ha lanzado una ofensiva, tratando que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dé cuenta ante la Cámara; Ciudadanos ha pedido su reprobación y, mientras, él mismo, el jefe de la diplomacia española, ha cancelado su viaje a la Cumbre de las Américas por una visita exprés a Bruselas para entrevistarse con el vicepresidente de la Comisión y comisario responsable de política comercial de la UE, Valdis Dombrovskis.
A ojos de las fuentes de la oposición consultadas por Economía Digital, toda la crisis diplomática -originada después de que Argelia haya suspendido el Tratado de Amistad y Cooperación con España tras el cambio en las relaciones con Marruecos- se debe a un «fiasco»: la política exterior que está llevando a cabo Pedro Sánchez desde su Gobierno. Desde Vox, directamente, han pedido la dimisión del presidente.
El sentir es generalizado en el bloque del centro derecha en el Congreso. Fuentes parlamentarias han expresado a este periódico que «el hecho de tener este Gobierno hace que no sea posible prever ningún tipo de escenario, y siempre se espera el peor».
Ataque frontal de Génova
Génova no quiere que a los populares esta nueva crisis, quizás la que sitúa más al PSOE en la picota. El primer paso es conseguir información para todos los españoles, y eso pasa por saber si está en peligro el suministro de gas, que puede repercutir en los hogares de manera directa.
En un movimiento algo inusual en la nueva etapa del PP, las principales voces del partido han mostrado su preocupación unánimemente. Por un lado, el vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons, ha reclamado que el presidente del Gobierno explique «si la información privada robada de su móvil oficial» condicionó «el inexplicable volantazo diplomático dado por Sánchez respecto al Magreb» ante «las humillantes consecuencias que está teniendo para España».
El propio presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, también ha reclamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se «aclare» con la crisis diplomática con Argelia. «Es una situación de enorme confusión, distintos miembros del Gobierno diciendo que no peligran para nada nuestras relaciones económicas con Argelia ni el gas, y otros miembros diciendo que si Argelia adopta alguna decisión en relación con el suministro será denunciada ante los organismos internacionales», cree Feijóo.
Forzar la comparecencia del ministro
Pero la secretaria general y portavoz en el Congreso del PP, Cuca Gamarra, registró, nada más conocerse la ruptura de las relaciones de amistad con el país africano, la petición de que el ministro de Exteriores comparezca. Es algo que para los populares es «lo mínimo».
Fuentes parlamentarias creen que, «si se tratara de un Gobierno serio, vendría a petición propia». «Pero sabemos cómo son, hay que traerlos casi a rastras, nada más hay que fijarse el desfase entre el cambio de postura del Sáhara [en el mes de marzo] y cómo y cuándo ha venido Sánchez [este miércoles 8 de junio]».
Ciudadanos, tal y como ha insistido su portavoz, Edmundo Bal, también se ha unido al registro de esa solicitud de explicaciones. Bal ha puesto en cuestión que el Gobierno esté tranquilo sobre el suministro de gas a España, como ha transmitido la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, porque si fuera así no estaría intentado que Bruselas sancionara a Argelia vinculando con la UE los contratos comerciales firmados con España.
De todos modos, ni desde el PP ni desde Ciudadanos confían en que sirva para mucho. Moncloa tiene métodos para zafarse. Fuentes del grupo parlamentario popular explican a Economía Digital que, tras registrar la petición de comparecencia, tiene que ser aprobado por la Mesa. En este caso, sería la Mesa de la Comisión de Exteriores, porque no se produciría en el Pleno. Puede tardar semanas y ni siquiera fuerza la situación en caso de que salga favorable.
Albares, «dispuesto»
Todo el procedimiento se evitaría si fuera el ministro el que quisiera comparecer a petición propia, y los tiempos serían inmediatos, como ya sucedió con Margarita Robles con el caso Pegasus, por ejemplo, o con el propio Albares y el cambio de postura con Marruecos.
Desde la bancada popular insisten que «no hay previsión» para esas explicaciones. «Ha habido ministros que llevan acumuladas 30 peticiones de comparecencia, como Yolanda Díaz. O Pilar Llop, que tiene 15. Tienen sobre sí esa reputación», bufan.
Fuentes de Exteriores insisten a Economía Digital que el ministro «analizará y está trabajando» sobre esta crisis, y recuerdan que Albares «está dispuesto» a acudir a sede parlamentaria, aunque no concretan fecha ni sucederá antes del parón parlamentario veraniego.