La nueva voz del PSOE sólo la conoce 1 de 4 españoles
Pilar Alegría, socialista aragonesa, es ministra de Educación desde hace un año. El último CIS reveló que el 25% de los ciudadanos sabe quién es
La portavocía del PSOE tiene nuevo rostro: la ministra de Educación, Pilar Alegría, ha sido la designada por el presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, con una tarea muy clara: mejorar la comunicación de los logros del partido, sobre todo dentro del Ejecutivo. El último tramo de la legislatura comienza a la vuelta del verano y en apenas unos meses están las primeras pruebas de fuego: las elecciones autonómicas y municipales.
El mensaje, con un PSOE en horas bajas, con el principal partido de la oposición, el PP, adelantándole en todas las encuestas, tiene que ser el pilar sobre el que pivote el resto de la acción del partido. Sánchez lo tiene claro, y esa será a partir del sábado la misión de Alegría.
Pero quizás haya un pequeño inconveniente. Según el último barómetro del CIS, publicado esta misma semana, a Pilar Alegría tan sólo la conoce un 25% de la población. El 74’9% dice no saber quién es y un 0’1% prefiere no contestar. El reto es considerable, aunque no es la ministra más desconocida, sobre todo en los que llegaron a Moncloa hace ahora un año, y su nota media de valoración entre los españoles es -siempre según el CIS- de un 4,32.
Conexión entre el nuevo y el viejo PSOE
Alegría, a pesar de ser una cara joven del partido, no es una inexperta en política. Nació en La Zaida, Zaragoza, en 1977. Cuenta con una larga trayectoria política, fundamentalmente en Aragón, donde ha ejercido como secretaria de Organización socialista, consejera del Ejecutivo autonómico y delegada de Gobierno.
De talante amable, tranquilo y dialogante, según los que la conocen, también trabajó en la Secretaría de Organización del PSOE, en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, tanto con Leire Pajín como con Marcelino Iglesias. Llegó al Gobierno tras la remodelación del pasado verano, donde sustituyó a Isabel Celaá.
Dentro del PSOE ha trabajado con las grandes figuras de los últimos años. Dentro de las filas del PSOE recuerdan que precisamente Alegría fue, junto a Eduardo Madina, quien registró la candidatura de Susana Díaz a las primarias del PSOE en 2017 y fue la portavoz de aquella vía. Enfrente estaban, claro, el hoy secretario general, Pedro Sánchez, y también Patxi López, que en esta renovación forzosa socialista ha encontrado acomodo en la portavocía en el Congreso.
Poca sintonía con Lambán
Diplomada en Magisterio, con la especialidad Educación Primaria por la Universidad de Zaragoza, además de máster en Estudios Avanzados en Educación Social por la Universidad Complutense, entre 2008 y 2015 fue diputada en el Congreso, en las legislaturas IX y X, con apenas 30 años.
En 2015, dejó la Carrera de San Jerónimo y dio el salto al Gobierno de Aragón como Consejera de Innovación, Investigación y Universidad, siendo también diputada de las cortes autonómicas de 2015 a 2019. Era el momento en el que formaba parte del círculo de confianza del barón socialista aragonés Javier Lambán.
Sin embargo, algo se torció: en 2019 fue la candidata del PSOE a las elecciones municipales de Zaragoza, donde tuvo fricciones con Lambán a la hora de elaborar su equipo. La distancia se mantiene a día de hoy, a pesar de que Alegría se erigió como la fuerza más votada. Posteriormente, ejerció de portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento hasta febrero de 2020 cuando es nombrada Delegada del Gobierno, responsabilidad que ocupó hasta julio de 2021.