La mitad del planeta ya está confinado por la pandemia del coronavirus
El número de personas aisladas supera los 3.000 millones de personas, por lo que la mitad del mundo pasará fin de semana en su casa por el coronavirus
Los casos de confinamiento aumentan a la par que los contagios por coronavirus. Más de 3.000 millones de personas entran este sábado en un fin de semana de confinamiento en un mundo confrontado a la aceleración de la pandemia de coronavirus. Suman 202 los territorios afectados por el virus en todo el planeta, con más de 500.000 personas contagiadas y de 23.000 víctimas mortales.
Este estado de aisalamiento, además, podría estar afectando la salud de muchas personas de manera colateral, dado que tiene un impacto psicológico al aumentar la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud mental, según la Cruz Roja.
Pero en algunos países, como Italia, las medidas obligadas están dando sus frutos en esta guerra. Es el caso de Italia, donde los casos de contagio remiten en los últimos días, a pesar de no haber llegado al pico y de ser el país con más muertes contabilizadas hasta ahora. En las últimas 24 horas el virus ha matado, concretamente, a cerca de 1.000 personas en 24 horas.
Cada vez se suman más países, como Irlanda
El aumento en las personas confinadas que se ha dado en las últimas horas está relacionado con las últimas medidas tomadas por países como Rusia. Hasta ahora, el estado no había decidido decretar el confinamiento, pero actualmente ha decidido cerrar —a partir de este sábado— todos los restaurantes y la mayoría de las tiendas. De esta manera, las autoridades presionan para que los rusos se queden en casa, sin tener que llegar a convertirlo en una obligación.
Otros países latinoamericanos han acentuado las medidas con órdenes de confinamiento obligatorio: Argentina, Bolivia, Venezuela, Colombia, Panamá y El Salvador. Por otro lado, Chile, Honduras, Perú y Guatemala mantienen los toques de queda prolongados, además de cierres de fronteras casi generalizados. América Latina cuenta con más de 10.000 casos confirmados y 223 muertos, según un balance de la Afp.
Irlanda, por ejemplo, también entra este sábado y hasta el 12 de abril en confinamiento. Pero está lejos de ser fácil en todo el mundo. En el centro de Johannesburgo, Sudáfrica, la policía dispersó el viernes a latigazos a los clientes aglutinados delante de un supermercado. En Francia, el gobierno prolongó el confinamiento dos semanas, hasta el 15 de abril. Y el Reino Unido, donde el primer ministro Boris Johnson anunció que estaba infectado, se prepara para una ola gigantesca de pacientes en los hospitales.
En los países musulmanes la situación se torna difícil
En los países musulmanes, resulta complicado impedir que los fieles vayan a la mezquita. En Pakistán o Indonesia la oración de los viernes contó con una gran afluencia. «No creemos en el coronavirus, creemos en Alá. Pase lo que pase, viene de Alá», declaró Altaf Khan antes de unirse una la multitud que se congregaba para el rezo en Islamabad. Otro contraste se da con la imagen del papa Francisco, rezando solo el viernes frente a una plaza de San Pedro completamente desierta.
En Estados Unidos, la situación ha llevado al presidente Donald Trump a ordenar por decreto al fabricante de automóviles General Motors producir respiradores artificiales, que se agotan en los hospitales y son vitales para los pacientes.