La llamada de Montero a las feministas alertó a Moncloa para evitar protestas masivas el 8M
Un sector del Gobierno duda si se deberían celebrar estos actos saliendo de la tercera ola y con más de 3.000 casos de coronavirus
Se perdió el carnaval, la Semana Santa, el verano, la nieve, pero el próximo 8 de marzo, el Ministerio de Igualdad volverá a salir a la calle para celebrar el Día Internacional de la Mujer con una incidencia acumulada de 218,67 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y España intentando salir de la tercera ola de Covid-19.
El Ministerio de Igualdad que preside Irene Montero hizo este martes un llamamiento para que haya una respuesta «unitaria» e «inequívoca» del «movimiento feminista contra la extrema derecha» en los actos del próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Una idea que desaprueba una parte del Gobierno. La llamada de Montero alertó a Moncloa, que enseguida dio un ‘toque’ a las delegaciones del Gobierno para no aprobar actos o manifestaciones «masivas» el 8M.
La respuesta ha sido inmediata. Este miércoles, la Delegación del Gobierno en Madrid ha autorizado manifestaciones el próximo 8 de marzo que no superen los 500 asistentes. A este acuerdo se llegó primeramente en el seno del Gobierno. Esto ya no va de PSOE contra Podemos. Según ha podido saber Economía Digital, algunos miembros del Gobierno, entre ellos socialistas y también de Podemos, están a favor de que se celebren estos actos el 8M, siempre y cuando no sean masivos, puntualizan.
Sin embargo, otros ministros se echan las manos a la cabeza señalando que es volver a repetir el «fallo» del año pasado y con lo que ello implica, refiriéndose a que la oposición y los medios lo utilicen después como arma arrojadiza. El primer ministro en manifestarse en contra ha sido la propia ministra de Sanidad, Carolina Darias. La dirigente canaria lo ha dicho con gran contundencia: «No ha lugar. Lo digo sin tapujos: no permitiría ni entendería que se llevasen a cabo».
«Por coherencia a mi llamada a la responsabilidad, la celebración de las manifestaciones del 8-M no ha lugar. Creo que estoy siendo clara y diáfana. La situación epidemiológica no permitiría llevar a cabo estos actos ni se entendería que se llevaran a cabo», recalcó este miércoles Darias.
Sin embargo, la solución, supuestamente, intermedia a la que se ha llegado en el seno del Gobierno es que las delegaciones de gobierno autoricen actos que no superen los 500 asistentes. Una recomendación que fue comunicada esta semana desde Sanidad a las distintas consejerías para que lo transmitieran a las delegaciones.
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, hizo el anuncio este miércoles en Onda Madrid. «Rotundamente no habrá una gran protesta feminista en la capital», como la ocurrida el año pasado, señaló. «Nosotros el criterio de Sanidad lo estamos siguiendo a rajatabla porque tenemos que ayudar a preservar la salud de los madrileños», añadió Franco.
Una pauta que, consultadas algunas comunidades, aceptarán seguir porque, en caso de que suceda otro episodio de un fuerte aumento de contagios como el año pasado, el peso de la decisión lo deberá asumir Sanidad, es decir el Gobierno central.
Silencio del Gobierno ante las ideas de Montero
La máxima preocupación de un sector del Gobierno, crítico ante estas celebraciones, es dar «balas al enemigo» y que la oposición y los poderes mediáticos carguen contra el Gobierno, «como ya hicieron el año pasado», señalan. Unas marchas que se aprobaron en 2020, a pesar de que el Gobierno conocía la existencia del virus en España, tal y como se ha podido probar con numerosos documentos que así lo acreditan.
Ahora y registrando 3.161.432 casos de coronavirus confirmados con prueba diagnóstica de infección activa y 68.079 muertos con test positivo, Montero sigue animando a las feministas a salir a la calle ese día y participar en las actividades que tiene preparado su Ministerio.
Las celebraciones comprenden varios seminarios y la celebración del Festival ‘Ellas Crean’. La secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Noelia Vera, que el movimiento feminista, así como la Asamblea 8-M convocará concentraciones, manifestaciones y otras actividades.
Se celebrará un ciclo de seminarios y unas jornadas sobre familias monoparentales, además de visibilizar con testimonios lo que ha supuesto el trabajo de las mujeres durante la pandemia y el confinamiento. La directora del Instituto de las Mujeres, Beatriz Gimeno, informó de que el 8 de marzo habrá un acto institucional y ese mismo día en la fachada del Ministerio se expondrá una composición artística con imágenes de mujeres como Victoria Kent, Federica Montseny, Clara Campoamor o Emilia Pardo Bazán «que nos recordarán de dónde venimos y nos dirán que porque fueron, somos».
«Como mujeres nos va la dignidad en ello», recalcó Vera, quien avisó de la aparición de discursos «cada vez más profundos» que intentan hacernos creer que las cosas que les ocurren a las mujeres pertenecen al ámbito privado.
Los ministros consultados prefieren no opinar o simplemente desconocen «por el momento» estos actos a los que se refiere Montero porque en sus respectivos ministerios, «tenemos mucho trabajo», aducen. En este caso y en medio de las tensiones habituales entre los dos socios de Gobierno, el silencio también puede significar mucho en caso de que a posteriori suceda algo.
Dejando atrás el polémico lema
La verdadera expectación este año es el lema tras la polémica generada en 2020. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, fue la primera en sugerir que no le gustaba el lema que eligió Montero los días previos al 8M para luchar por la seguridad y protección de la mujer: «Sola y borracha, quiero llegar a casa».
El lema provocó el fuerte enfado de todo el sector feminista del PSOE quien cargó duramente contra la ministra de Podemos. «No hay nadie al volante», señaló el Partido Popular. La ministra aprendió de sus errores y este año el lema será «por ser mujeres».
El departamento de Irene Montero quiere señalar con este nuevo lema que «es el Ministerio de todas las mujeres sin distinción» para acoger toda su diversidad y decir que «hay muchas formas de ser mujeres, pero hay algo que nos une a todas que es lo que sufrimos por el hecho de ser mujeres», explican.
Asimismo, la imagen oficial de este 8M será la histórica fotografía de Kathrine Switzer en la maratón de Boston de 1967, cuando se convirtió en la primera mujer en participar en esta competición destinada únicamente a hombres y que, a pesar de que intentaron detenerla, «siguió desafiante y desobediente ejerciendo su derecho a participar como cualquier otra persona», desvelan.
La oposición también se opone a estos actos
No solo una parte del Gobierno se opondría a la celebración de estos actos en pleno estado de alarma y registrando más de 3.000 casos activos de coronavirus, la oposición ha puesto este miércoles el grito en el cielo y señala que «son foco de transmisión y de riesgo».
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha pedido al Gobierno que no autorice manifestaciones, ni concentraciones y que celebren el 8M «de otra forma». El popular reclama al Ejecutivo «prudencia total y absoluta», la misma que considera que no existió en el 8M de 2020.
El regidor solicita ahora a Pedro Sánchez que «por una vez», renuncie «a lanzar un mensaje político en beneficio de los ciudadanos» y desista en su intención de promover concentraciones cuando estamos saliendo de la tercera ola del Covid-19.
El alcalde recuerda «lo difícil que es controlar a 500 personas» y que después «no se mantienen las distancias de seguridad». «Las aglomeraciones pueden ser un factor de transmisión y riesgo», aseguró para reiterar que hay otras maneras de reivindicar la igualdad de la mujer sin concentraciones masivas, como las que prepara su consistorio con un acto institucional para el 8M que no implicará aglomeraciones, desveló.