La ley de Libertad Sexual de Podemos pasa factura al PSOE
La iniciativa de la ministra de Igualdad, Irene Montero, provoca la división entre Unidas Podemos y socialistas como Carmen Calvo o Juan Carlos Campo
La ley de Libertad Sexual, la iniciativa de Unidas Podemos para llevar a las instituciones el lema ‘solo sí es sí’, ha provocado divisiones en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. La brecha abierta es, sin embargo, en el seno del PSOE, y no entre las formaciones que conforman el Gobierno.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, llevó este martes al Consejo de Ministros un anteproyecto de ley orgánica que reformará el Código Penal para que el consentimiento sea el punto clave del delito de agresión sexual. También para que no exista distinción entre abuso y violación, en cumplimiento del Convenio de Estambul, firmado en 2011 y que en España se aplica desde hace seis años.
Las discrepancias socialistas en torno a la ley tienen nombres y apellidos: la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Este último, aseguró que su departamento aportó «procesos ordinarios de mejora» al borrador de la ley de Montero, a pesar de reconocer que ya era un «buen texto». Calvo, por su parte, aseguró que este proceso fue «lo normal» cuando se trata de un proyecto «complejo».
El vicepresidente de Asuntos Sociales, Pablo Iglesias, cree que las «excusas técnicas» dadas esconden «mucho machista frustrado». Fuentes de Unidas Podemos recogidas por la agencia Efe ahondaron aún más en la división. «Justicia y Calvo han bloqueado con excusas» o «a este ministro de Justicia hay que obligarle a hacer avances feministas» son algunas de las críticas de la formación morada.
Como conclusión, señalan que «esta va a ser una de las peleas de Igualdad esta legislatura». En este escenario, la fractura se ha extendido al PSOE.
Calvo, en el centro de la polémica
La vicepresidenta primera es el principal escollo que señala Unidas Podemos. Según fuentes de la formación morada recogidas por El Mundo, Calvo habría intentado bloquear a última hora la tramitación de la ley. También por considerar que fue uno de los problemas en las negociaciones fallidas tras las elecciones de abril de 2019, lo que genera recelo en el partido de Iglesias.
Además, apuntan a que no le ha sentado nada bien el trasvase de competencias al ministerio de Igualdad ni aceptan su posición de control sobre el Consejo de Ministros, ya que es la encargada de dilucidar qué asuntos se recogen en la reunión de cada martes y cuáles no.
Un enfrentamiento que ha tratado de apaciguar la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero. La también ministra de Hacienda aseguró tras la tramitación del anteproyecto de ley que en el Gobierno «tenemos que estar todos a una». Y aseguró que el Ejecutivo, al completo, está «firmemente comprometido con la igualdad». Con Sánchez al margen, tanto en el PSOE como en Podemos consideran que esto basta para zanjar, por el momento, la primera ruptura del primer Gobierno de coalición de la Democracia.