La justicia vuelve a sonreír a Puigdemont con el uso de Junts per Catalunya
El Pdecat insiste en que la asamblea que se celebró para cambiar a los líderes de Junts y poner a afines a Waterloo era fraudulenta
Primer varapalo judicial del Pdecat en los tribunales contra Puigdemont. El Juzgado de Primera Instancia 3 de Barcelona ha rechazado las medidas cautelares que ha pedido la formación heredera de Convergència para evitar que el expresidente fugado pudiera usar la marca Junts per Catalunya en las próximas autonómicas.
La magistrada ha desestimado la solicitud de la formación de David Bonvehí, que pedía anular los acuerdos que se habían tomado en una asamblea –a ojos del Pdecat, fraudulenta– donde se sustituyeron los poseedores de la marca por personas afines a la figura de Carles Puigdemont.
El Pdecat ha insistido en que la Asamblea se celebró de manera irregular y pide a la justicia que anule los acuerdos que se tomaron. Pese a que de momento Puigdemont podrá usar la marca, será una decisión judicial final la que determine a quién pertenece el nomenclator de JxCat.
«Irregular y poco ética»
El Pdecat llevó a los tribunales como un golpe sobre la mesa a JxCat ante la negativa del espacio de Puigdemont de hacer una coalición electoral con ellos. Los posconvergentes querían JxCat como una gran coalición entre su partido, donde mantener una cuota de poder como voz moderada, y el espacio que representa el fugado de Waterloo.
La juez ha lamentado que, pese a la decisión final de la magistratura, «la situación creada por una actuación que considera irregular y poco ética que denunció en su día y que quedó acreditada en la vista medidas cautelares». Los posconvergentes han acusado a Puigdemont de quererse apropiar del capital político que no es suyo.
Una guerra que viene de lejos
La anterior presidenta del JxCat, Laia Canet, era afín a la expresidenta de la formación posconvergente, Marta Pascal. De hecho, la militante del partido heredero de Convergència se convirtió en líder de la formación cuando la actual fundadora del Partit Nacionalista de Catalunya intentó echarle un pulso a Puigdemont. En su lugar, colocaron al afín a Waterloo Carles Valls.
Pese a la jugarreta de Puigdemont, el Pdecat intentó seguir con las negociaciones con JxCat para encontrar este encaje. Incluso, pese a la demanda judicial, intentaron encontrar un espacio propio que el propio Mas intentó definir como una inclusión de independientes en la lista de Waterloo.