La jueza da la razón a Junts y desestima la demanda del PDeCAT por el control de la marca
En 2020, el PDeCAT puso una demanda a Junts por haberse apropiado, a su juicio, de la marca, que hasta entonces estaba en manos del Partit Demòcrata
Una jueza de Barcelona ha desestimado la demanda presentada por el PDeCAT en 2020 y ha reconocido el derecho de Junts a seguir utilizando la marca de la formación, que en junio de 2020 pasó a manos de personas afines al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
En una sentencia, la titular del juzgado de primera instancia número 3 de Barcelona ha resuelto así el litigio que enfrentaba a las formaciones, al no ver irregularidades en la asamblea de junio de 2020 que acabó desembocando en el control de las siglas por personas de la confianza de Puigdemont.
Sobre la asamblea para la que el PDeCAT pide la nulidad, la sentencia asegura que no «consta acreditada la concurrencia de interés legítimo» por parte de este partido para solicitarlo, incluso «en el negado supuesto de considerar que los acuerdos adoptados por el partido político JxCat (…) pudieran constituir una contravención directa de normativa imperativa«.
20 días para recurrir la sentencia
Además, la jueza ha acordado en su sentencia imponer al PDeCAT las costas del juicio. No obstante, la sentencia no es firme y la formación tiene la posibilidad de interponer un recurso de apelación contra ella en el plazo de veinte días desde su notificación.
Origen del enfrenamiento
La disputa entre ambas formaciones empezó tras la asamblea ordinaria del partido que actualmente preside Laura Borràs, que sirvió para reactivar el partido, que, hasta entonces, no tenía actividad política y estaba estrechamente vinculada al PDeCAT, para poner a afines de Puigdemont al frente. No obstante, no fue hasta 2020 que empezó a tener actividad política como tal, puesto que hasta entonces la marca hacía referencia a una coalición electoral entre esta formación, el PDeCAT y la extinta CDC.
En su demanda, el PDeCAT destacó que JxCat «contaba con tres afiliados al tiempo de constituirse, carecía de activos, de NIF y de ingresos y gastos que le permitiera un funcionamiento autónomo«, y que siempre había concurrido en coalición con del PDeCAT, cuyos candidatos siempre fueron de esta formación o independientes. Además, también destacó que eran ellos los que se hacían cargo del total «de las obligaciones contables de la coalición», integrando en sus cuentas anuales la totalidad de la contabilidad electoral.
Denuncia contra Junts
Así las cosas, el PDeCAT interpuso una demanda a los posconvergentes el 6 de agosto de 2020 contra el entorno de Puigdemont al considerar que el control de la marca no se llevó correctamente y que, a su juicio, se habían apropiado indebidamente de las siglas, que hasta entonces estaba en manos del Partit Demòcrata.