La juez da carpetazo a las amenazas de muerte contra Iglesias, Marlaska y Gámez
La magistrada acuerda el sobreseimiento provisional del caso tras apreciar que no hay pruebas que lleven a los autores de las amenazas de muerte
El juzgado de Instrucción número 3 de Madrid ha acordado este martes el sobreseimiento provisional de las tres denuncias que interpusieron quien entonces era candidato por Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid y ex vicepresidente, Pablo Iglesias, al ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, tras recibir sendas cartas en las que se les amenazaba de muerte.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la jueza ha podido apreciar que no hay datos que permitan identificar al presunto autor o autores de estas misivas, que llevaban en su interior, junto a una carta amenazante para los miembros del gobierno y sus familias, un número variable de balas del calibre 7’62 x 51 mm, que se corresponden con munición de fusiles de asalto semi-automáticos y automáticos.
Tras la recepción de estas misivas, se hizo una rápida relación con que el calibre de la munición coincidía con el fusil de asalto Cetme, el fusil de asalto utilizado por las fuerzas armadas españolas hasta el año 1999, cuando se descatalogó por opciones más modernas como el HK G36-E. No obstante, todavía hay algunos modelos del antiguo fusil de asalto en servicio en la Guardia Civil.
La jueza recibió así sendas denuncias de los tres políticos junto a una cuarta de Vox, que quiso ejercer como acusación popular en el procedimiento.
La jueza ya había archivado provisionalmente en junio la causa por la ausencia de autor conocido y ahora la reabre por la iniciativa de Vox, pero vuelve a decretar el sobreseimiento provisional por la misma razón.
Amenazas a los miembros del Gobierno y a sus familias
Además de un número variable de balas, entre 2 y 4 cartuchos sin percutir, había unos mensajes que culpabilizaban, en el caso de la carta a Pablo Iglesias, de «dejar morir a padres y abuelos», por lo que el autor o autores le sentenciaban «a la pena capital» (a muerte) tanto a él, como a su pareja, la ministra de Igualdad Irene Montero y a los padres del que fue vicepresidente.
Por su parte, en la carta que recibió el ministro Grande-Marlaska, había un mensaje que rezaba: «tienes diez días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se terminó. Policía Nacional. Guardia Civil. El tiempo lo tienes en contra para los taponazos«.
El contenido de la carta dirigida a María Gámez no parece haber trascendido desde su recepción a finales del pasado mes de abril.