La inmunidad no basta: esta es la receta de los expertos para volver a la ‘seminormalidad’
Un experto en la exterminación de la viruela avisa que la vacunación masiva no es suficiente para acabar con "la pesadilla" de la Covid-19: "Tenemos que encontrar los casos de mañana hoy y vacunar allí donde irá el virus"
«La inmunidad de rebaño está ahora fetichizada en la sociedad. Se visualiza como un momento mágico en el que la pelota caerá en Times Square y todos bailaremos, nos besaremos y nos abrazaremos, y marcharemos hacia la normalidad. Bueno, eso nunca sucederá. No es así como termina una pandemia«.
Quien habla es Larry Brilliant, un renombrado epidemiólogo estadounidense que, entre otras cosas, lideró la lucha de la Organización Mundial de Salud (OMS) contra la viruela en la década de 1970, asesoró a los creadores de la película de 2011 Contagio (que muchos señalan que predijo la pandemia de la Covid-19 por sus paralelismos con lo que sucedió a partir de 2020) y lleva décadas advirtiendo de la probabilidad de una emergencia sanitaria como la del coronavirus.
En un momento en el que el optimismo por la vacunación ha llevado a muchos gobiernos y otras instituciones a anunciar el fin de la pandemia en los próximos meses, guiados por la corazonada de que la inmunización masiva abrirá de nuevo las puertas a la normalidad, Brilliant y sus colegas han irritado a muchas personas esta semana por avisar que, aunque todavía es posible vencer a la Covid-19, «la inmunidad de rebaño no nos salvará«.
Su mensaje no pasa por insinuar que la vacunación para alcanzar altas cuotas de inmunización sea una labor fútil. Es que no es suficiente. Así lo han explicado en un ensayo publicado en el Wall Street Journal (WSJ) él, el también epidemiólogo Ian Lipkin y sus compañeras del grupo interdisciplinario de respuesta pandémica Pandefense, Lisa Danzig y Karen Pak Oppenheimer. Brilliant también ha ahondado al respecto en sendas entrevistas con Wired y MSNBC.
Además de la vacunación masiva, para acabar con esta pesadilla es necesaria «una detección rápida y sólida» de los brotes y sus cepas (no basta ya con saber cuántos casos diarios se notifican, sin más detalles, alegan los científicos) y «una contención exitosa de los brotes», utilizando las vacunas que mejor funcionen para cada una de las variantes que han surgido y que sin duda alguna seguirán surgiendo.
Solo así, dicen los expertos, «podemos acelerar el viaje» hacia la «seminormalidad». Vacunar por vacunar está bien, pero queda mucho trabajo por hacer. Precisamente, la experiencia de Brilliant y de la OMS combatiendo la viruela hace más de cuatro décadas puede ser la inspiración para afrontar esta pandemia, según los mismos investigadores, que al mismo tiempo lamentan que un año después de sonar la alarma no se esté actuando de la forma más inteligente.
«No estamos condenados pero debemos actuar ya»
Brilliant y sus compañeros comienzan su reciente ensayo en el WSJ rechazando de plano el «estatus casi mágico» que ha alcanzado la idea de la inmunidad de grupo en la sociedad. «No es así como terminará esta pesadilla», porque «es poco probable que alcancemos la inmunidad colectiva con la Covid-19«, advierten. Y lo que es más importante: «El momento de redoblar nuestros esfuerzos para acabar con la transmisión es ahora«.
Si bien los expertos se enfocan en la situación en EEUU, sus consejos son aplicables al resto del mundo. Más que apostar por la inmunidad de rebaño, hacen un llamamiento a desarrollar «un sistema inmunológico nacional para detectar y repeler rápidamente los nuevos brotes que se avecinan, no solo para esta pandemia sino también para las futuras».
«Si la inmunidad colectiva está fuera de alcance, ¿significa eso que estamos condenados? Para nada. Pero debemos comenzar de inmediato a complementar el impresionante lanzamiento reciente de las vacunas con un sistema integral de respuesta rápida, inspirado en la estrategia de ‘vigilancia y contención’ que William Foege, ex director de los CDC, desarrolló para combatir la viruela a principios de la década de 1970″, reza el ensayo.
En «los días analógicos de la década de 1970», la viruela fue erradicada mediante un rastreo agresivo de contactos. Se iba de casa en casa para encontrar todos los casos, rastrear sus fuentes de infección y las cadenas paralelas de transmisión, y rastrear absolutamente todos los contactos para encontrar a las personas susceptibles de una infección. Hoy, sostienen estos expertos, la tecnología está disponible para hacer este trabajo de forma más sencilla y aparejada a la vacunación.
Pero no se está haciendo en Occidente. Mientras los países avanzan a menor o mayor ritmo con la administración de dosis de la vacuna, están surgiendo nuevas variantes «que pueden eludir la inmunidad» creada tanto por infección como por vacunación. Se ha hallado la Covid-19 en más de una docena de animales y aún no hay un registro exhaustivo de los reservorios animales del virus, por lo que es probable que las variantes sigan saltando a los humanos.
Hasta ahora, los estudios de las vacunas disponibles han mostrado protección ante las principales variantes en circulación, pero los científicos advierten de que eso puede cambiar en cualquier momento. De hecho, en la comunidad hay casi consenso en torno a que serán necesarias actualizaciones de las vacunas para los próximos años. Y después está el problema largamente anunciado de la lentitud de la vacunación en los países no desarrollados, lo que afecta al resto del mundo.
«Es probable que, al menos durante los próximos dos años, miles de millones de personas en todo el mundo sigan sin vacunarse y sean susceptibles. Como resultado, las nuevas variantes de la enfermedad continuarán multiplicándose, aumentando la transmisión y alejando aún más las esperanzas de inmunidad colectiva«, aseguran los expertos en el ensayo.
En resumen, el texto sugiere que para acercarnos a la normalidad hay que, primero, reservar vacunas para mitigar brotes allí donde aparezcan, usar las vacunas en función de eficacia ante determinadas cepas, y construir mejores sistemas de rastreo. Algunas de estas recetas las hemos escuchado durante todo este año y otras son parte de la novedad de las vacunas, pero el mensaje es que no todo puede depender de poner vacunas.
«El anillo de vacunación»
Brilliant se ha explayado sobre esto en un par de entrevistas esta semana. A MSNBC ha asegurado que «nunca» lograremos la inmunidad colectiva contra el coronavirus en todo el mundo, que es algo diferente a decir que nunca erradicaremos la Covid-19. «No lo lograremos más rápido de lo que las variantes se volverán contra nosotros, y necesitamos tener otro conjunto de herramientas en la contención de brotes, como lo hicimos con la viruela», cuando no habían tantas vacunas.
La técnica usada con la viruela es conocida como «anillo de vacunación», que supone básicamente dibujar un círculo alrededor de los infectados e ir a protegerlos a ellos, a los que probablemente se infectarán y, por ende, al resto de la población. También, ha añadido, «debemos ser sumamente cuidadosos en la vigilancia y la detección rápida en la interfaz animal-humano«, porque probablemente de allí surgirán las nuevas variantes.
Preguntado por la revista Wired sobre si puede haber un pico muy destructivo de casos con la mitad de la población vacunada, el epidemiólogo ha respondido que «por supuesto» porque «todos somos clientes del virus». Dentro de tres o cuatro años todavía habrá miles de millones de personas sin vacunar en todo el mundo, que albergarán miles de millones de virus, que a su vez se replicarán y un cierto porcentaje murará. «Un porcentaje será una maldita pesadilla«.
«Debido a que es una probabilidad que nunca alcancemos la inmunidad colectiva, habrá lugares en el mundo y en la población animal que podrían producir variantes que podrían reinfectarnos continuamente. Planifiquémoslo y dejemos de lado suficiente vacuna y suficiente dinero para que podamos encontrar brotes rápidamente, responder a ellos justo a tiempo con la vacuna adecuada y mantener los brotes contenidos. Soy muy optimista al respecto», ha insistido.
«Tenemos la fabricación de vacunas justo a tiempo y tenemos la entrega de vacunas justo a tiempo. Ahora necesitamos una forma de encontrar los casos del mañana justo a tiempo. Tenemos que vacunar allí donde irá el virus. Además, consigamos una vacuna que funcione más rápido. Y por cierto, dámela en spray nasal», concluye Brilliant.