La guerra Casado-Ayuso irrita a los alcaldables del PP de Madrid: «Lo pagaremos en las urnas»
En Génova existe malestar por la asistencia de la presidenta este martes al programa 'El Hormiguero': "No es el momento"
Los alcaldables del PP madrileño en los municipios en los que el partido está en la oposición están molestos porque confiaban en el apoyo del tridente Casado-Ayuso-Almeida para ganar los próximos comicios. Estos regidores auguran una «larga batalla» por el PP de Madrid que minará la confianza de la militancia y también la de los ciudadanos.
La guerra por el partido sigue, pese a que las dos partes en público prefieran esquivar el asunto. Y la magnitud de la pugna ya llega a las corporaciones locales. Varios regidores que no consiguieron ganar al PSOE el pasado 4M aseguran que «si no arreglamos esto pronto, las consecuencias se verán en las urnas».
La Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, reunió este martes a la presidenta de la Comunidad y al alcalde de Madrid. Ayuso y Almeida verbalizaron su «buena relación», pero tampoco disimularon asegurando que «la relación es complicada». Y es que la presidenta de la Comunidad de Madrid busca «manos libres» para dar la batalla municipal del PSOE.
Este es uno de los motivos, según explican desde su equipo, de querer adelantar el Congreso Regional y liderar el PP de Madrid. La regidora continúa con su trabajo reuniéndose con distintos cargos del partido y también dando entrevistas, como la que este martes dará al programa El Hormiguero. Una aparición criticada en Génova porque, según algunos altos cargos, «no es el momento».
Desde el entorno de la presidenta afirman estar «a lo suyo» pero insisten en que no van «a parar» hasta que no se adelante el Congreso Regional. En el equipo de la presidenta explican a Economía Digital que, según los estatutos, el ‘cónclave’ se tendría que celebrar «como muy tarde» en marzo; mientras que en Génova insisten en que «la propia Ayuso votó a favor» de que los congresos uniprovinciales se celebrasen a partir de la primavera, como es el caso de Madrid.
La ‘guerra soterrada’ continúa y desde la Puerta del Sol añaden un planteamiento más para que Ayuso se haga con la baronía, como Alberto Núñez Feijóo o Juanma Moreno Bonilla. Y es que la presidenta de la Comunidad ha prometido a sus regidores que «no les va a abandonar».
Los distintos alcaldes han manifestado en privado que la pugna entre Génova y la Real Casa de Correos podría perjudicarles si el conflicto se alarga en el tiempo. Estos regidores apostaban por reforzar su perfil frente al PSOE con el respaldo de Pablo Casado, José Luis Martínez Almeida e Isabel Díaz Ayuso. Pero viendo los cuchillos volar son los primeros que han solicitado una ‘entente cordiale’ para intentar arañar los primeros municipios al PSOE. Algo a lo que Ayuso se sigue comprometiendo.
Ayuso promete seguir ganando los feudos del PSOE
La presidenta de la Comunidad ha prometido a sus alcaldes «seguir ganando» los feudos del PSOE. Tras el ‘Ayusazo’, las últimas elecciones del 4M, el llamado ‘cinturón rojo’ de Madrid, tradicional caladero de votos socialistas, se tiñó de azul. Otro «mérito» más que vende el equipo de Ayuso para liderar la región.
Los distritos de Puente y Villa de Vallecas, Usera, Carabanchel, San Blas y Vicálvaro dieron la espalda a Ángel Gabilondo y otorgaron un triunfo indiscutible a Ayuso. El PP provocó un auténtico terremoto y pasó de los 10.810 apoyos en los comicios de 2019 a 37.691 en estos últimos.
Los populares han escalado de la cuarta a la primera posición y han desterrado al PSOE de un puesto privilegiado que solo había perdido en 2011. Ahora, la obsesión de Ayuso es trasladar «su victoria» al resto de los principales ayuntamientos que le faltan por conquistar. El PSOE domina los seis primeros con más de 100.000 habitantes.
Torrejón de Ardoz (con 128.000 habitantes) es el mayor municipio del PP madrileño después de la capital. Por encima de él hay seis con alcalde socialista (Móstoles, Fuenlabrada, Alcalá, Leganés, Getafe y Alcorcón). Ayuso quiere «manos libres» para revertir esta situación y «barrer a la izquierda» como ya hizo con Sánchez en las autonómicas de mayo.
Se trata de «una de las patas» del proyecto de la presidenta para presidir el PP madrileño, aseguran desde su equipo. «No nos debemos de descuidar frente al nuevo candidato del PSOE», aseguran en relación al recién elegido secretario general del PSOE-M, Juan Lobato.
La regidora desmerece en público al socialista rechazando negociar los Presupuestos: «No me votaron para aplicar las políticas del PSOE», señaló. Pero advierte, a la vez, a los suyos de que no se pueden relajar frente a una «izquierda revuelta».
El PSOE-M se rearma
Los socialistas se han rearmado en Madrid tras el nombramiento de Juan Lobato como secretario general del PSOE-M.
El que fuera el primer alcalde socialista de Soto del Real se ha marcado como objetivo los barrios y municipios que han sido «descuidados» por los socialistas durante los últimos años y que se convirtieron en el ‘cinturón naranja’ de Ciudadanos en el 2015 y 2019, como Las Tablas o Sanchinarro y los municipios conectados por la A-6, zonas de renta media o media-alta, con una media de edad entre los 30 y los 50 años.
Los socialistas también se rearman en el Ayuntamiento de la capital con Mar Espinar, quien lleva menos de dos meses al frente del grupo tras la dimisión de Pepu Hernández. Los dos nuevos portavoces confiesan que están pisando el acelerador con un objetivo común: que el PSOE vuelva a ser «el referente de la izquierda» y «un partido de gobierno» también en Madrid.
En definitiva: «más dinamismo, más contundencia y más flexible para adelantar a Mas Madrid y presentarnos como alternativa al PP en 2023″, esgrimen. En el PSOE son conscientes de que la holgada representación parlamentaria del PP, con 65 escaños y a sólo cuatro de la mayoría absoluta, eclipsa de forma muy elocuente la labor de oposición de la izquierda.
La primera prueba de Lobato comenzará a ponerse en marcha a partir de noviembre, cuando configure su ejecutiva. El secretario general se ha marcado «una tarea de fiscalización milimétrica» de la gestión de Ayuso para plantear «al minuto siguiente propuestas socialdemócratas alternativas y solventes».
La izquierda madrileña se reinventa para poder frenar a Ayuso, mientras la presidenta no quiere dar minutos «a lo que resta» y aseguran desde su equipo que «está preparada porque solo ella hace lo que dice». «Si prometimos bajar impuestos, lo hemos hecho y eso es con lo que se queda el ciudadano», agregan.
La presidenta madrileña seguirá centrando sus ataques en Sánchez ninguneando a la oposición en la Asamblea. «No vamos a entrar a lo que ellos quieren», señalan los suyos. La promesa de la regidora a sus alcaldes en la oposición sigue en pie: «No os vamos a dejar», dijo a varios recientemente.
Sus palabras dependen mucho de si la dirección general del partido consentirá que Ayuso sea baronesa y lidere el PP madrileño o, por el contrario, ambos se apunten a una carrera de largo alcance con consecuencias para estos territorios como el desgaste ciudadano y también de la militancia.