La gestión del coronavirus: ni cuadran las cifras ni los mensajes
La propagación de la epidemia en España deja en evidencia los episodios de descoordinación del Gobierno y las Comunidades Autónomas
Las que siguen son informaciones oficiales: la dirección general de la Salud Pública de Aragón informó este pasado domingo, sobre las 21.00 horas, que los infectados por coronavirus en su comunidad eran un total de 21. El lunes, a las 13.30 horas, ya eran 30, según el mismo organismo. En cambio, apenas una hora antes de este último comunicado, el Ministerio de Sanidad aseguró que en Aragón solo había 13 contagiados. ¿27 menos?
Más. El domingo, sobre las 19.00 horas, la Junta de Castilla y León informó de que había 30 casos confirmados de coronavirus en su territorio. El lunes, también sobre las 13.30 horas, actualizó la información: ya eran 33. Solo una hora antes de que la Junta ofreciera este último dato, el Ministerio de Sanidad sostuvo que en Castilla y León solo se han contabilizado 23 infectados. ¿10 menos?
Más. Este lunes, a las 12.38 horas, el gobierno de la Comunidad Valenciana informó de que había 44 casos de coronavirus en sus tres provincias. Apenas media hora antes, el Ministerio de Sanidad aseguró que eran 37. ¿7 menos?
Y más aún. Este lunes, a las 11.15 horas, el gobierno de la Comunidad de Madrid difundió que los contagiados por el virus en su autonomía eran 436. Pero, según el Ministerio de Sanidad, en realidad eran 469. ¿33 más?
Son solo cuatro ejemplos —hay más— que muestran los primeros episodios de descoordinación entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas, aunque el Ejecutivo asegura todo lo contrario: que ha mantenido reuniones continuas, presenciales y virtuales, con los gobiernos autonómicos y que, producto de ellas, se han tomado decisiones como el cierre de colegios en la Comunidad de Madrid. (Por cierto, la cifra de contagiados, según el Ministerio de Sanidad, supera ya los 1.200).
Mensajes de todo tipo
Lo cierto es que los gobiernos de las comunidades han emitido recomendaciones de todo tipo. Y no todas han sido unánimes como la de lavarse las manos con frecuencia y la de cubrirse la boca al toser o al estornudar para evitar más contagios.
Algunos ejemplos más. El gobierno de Islas Canarias desaconseja las visitas a personas ingresadas si uno tiene tos o dolor de garganta; el gobierno del País Vasco pide que solo se recurra a la atención sanitaria telefónica si uno ha viajado a zonas de riesgo; el gobierno de la Comunidad de Madrid recomienda imprimir carteles de forma masiva con los consejos médicos contra el coronavirus; mientras que la Junta de Andalucía es partidaria de una convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera para que arbitre un fondo de contigencia para el coronavirus.
Cada comunidad gestiona el combate contra el coronavirus a su manera, mientras, en paralelo, el Ministerio de Sanidad prepara un nuevo paquete de medidas que se resiste a concretar.
Se sabe que el Gobierno maneja planes pensados para una eventual fase de mitigación, aunque considera que es pronto para activarlos. Supondría el endurecimiento de medidas de distanciamiento, prohibiciones de salida y acceso a municipios o regiones particularmente infectadas, así como la restricción o incluso la suspensión de servicios de transporte.
Todo ello ha sido objeto de conversaciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con varios líderes europeos, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel; y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, con quienes busca acordar un plan contra el coronavirus.
Sánchez, al margen de sus contactos con Berlín y Roma, también estudia un plan de choque a nivel económico, pero únicamente se saben las intenciones porque no hay nada concreto pese al contundente impacto que está teniendo el avance del virus y a las demandas de las organizaciones empresariales.
El panorama es confuso porque el partido de fútbol entre Sevilla y Roma se va a celebrar este jueves en el Sánchez Pizjuán a puerta cerrada, pero la convocatoria de las Fallas de Valencia sigue en pie.