La Generalitat aprieta a Sánchez para que ceda la gestión de las autopistas liberalizadas
El vicepresidente catalán, Jordi Puigneró, reclama la titularidad de la AP-2 y la AP-7, a las puertas de la mesa de diálogo con el Gobierno
La liberalización de los peajes de la AP-2 y la AP-7 a su paso por Cataluña se ha convertido en un motivo de celebración para las formaciones independentistas, que habían colocado el gasto en carreteras como uno de los mantras del secesionismo. Ahora, la Generalitat quiere dar un paso más y ya presiona al Gobierno para que traspase su gestión hasta la comunidad autónoma.
A las puertas de una nueva negociación sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE), el vicepresidente catalán, Jordi Puigneró, ha enviado un mensaje en público a Pedro Sánchez para que ceda las gestión de las dos autopistas liberalizadas a Cataluña con el objetivo de centralizar el control de las carreteras desde el Govern.
El número uno de Junts en el Govern ha motivado su petición para evitar «tener dos tipos de infraestructuras gestionadas con dos modelos diferentes», ya que al final del verano la C-32 (de Barcelona a Lloret de Mar) y la C-33 (de Barcelona a Montmeló) también quedarán exentas de barreras, pero ambas permanecerán bajo la titularidad de la comunidad.
El debate sobre la ampliación de sus competencias se produce a menos de un mes de que los dos gobiernos se citen en la mesa de diálogo para buscar fórmulas para desatascar el conflicto político en Cataluña. ERC y Junts han marcado el referéndum y la amnistía como sus dos grandes objetivos, pero el PSOE busca otras fórmulas más moderadas que conduzcan hacia un mayor autogobierno.
Puigneró ha insistido en que la gestión de las autopistas españolas ha representado un «agravio comparativo» para Cataluña con respecto al resto de autonomías. «El modelo actual en el que los catalanes pagan y los ciudadanos españoles no, no se repetirá», ha remarcado en un encuentro con la prensa.
La Generalitat reclama el rescate del resto de autopistas de peaje
Además de la autogestión de las autopistas que quedarán libres de peajes este 31 de agosto, la Generalitat también exigido a Sánchez un desembolso de cerca de 1.500 millones de euros para rescatar a las cuatro autopistas de peaje que todavía continuarán en vigor desde el próximo miércoles.
Puigneró quiere que el Gobierno emule la fórmula que aplicó en las radiales de Madrid para garantizar también el futuro de la C-16 entre San Cugat y Manresa o el tramo de la C-32 que conecta Castelldefels con El Vendrell, así como los túneles de Cadí y Vallvidrera.
«Los ciudadanos españoles no han pagado por la cantidad de kilómetros de autovías que se han hecho«, ha cargado el vicepresidente catalán.
El líder de Junts ha calculado que a partir de 2023 Cataluña quedará exenta por completo de peajes, de forma que se podrá poner fin a «una forma de expolio que hace demasiados años que dura». Aunque el Gobierno de España todavía tiene que resolver qué modelo aplicará para la financiación de las carreteras a largo plazo tras el fin de las grandes concesiones.