La Generalitat no da salida a sus pisos pero multará a los bancos con viviendas vacías
El gobierno autonómico reconoce que tiene 1.230 pisos vacíos pero sancionará a las entidades o empresas que tengan inmuebles en esas mismas condiciones
Predicar sin el ejemplo. La Generalitat de Catalunya pretende sancionar a los bancos que dispongan de viviendas vacías. La nueva propuesta, que se debatirá en el Parlament antes de verano, pretende sancionar una práctica que el gobierno de Artur Mas considera perjudicial, en especial en momentos en los que familias necesitadas y desahuciadas no tienen techo.
La medida ha sido anunciada justo cuando el gobierno autonómico reconoce su incapacidad para asignar 1.230 pisos vacíos en toda Catalunya. La Agència del Habitatge admite que tiene dificultades para hacer que los pisos vacíos sean ocupados por familias necesitadas y asegura que la situación es compleja.
El gobierno catalán pretende que las entidades bancarias que cuenten con pisos vacíos en Catalunya paguen seis euros el metro cuadrado de cada piso que no esté siendo disfrutado, en propiedad o en alquiler. Además de los pisos vacíos de la Agència del Habitatge, los ayuntamientos cuentan también con centenares de pisos de protección oficial cerrados y sin uso, especialmente en los barrios más pobres y periféricos.
Plan sin concretar
Con las multas, la Generalitat pretende que el sector privado sea más eficiente que la propia administración que reconoce que también tiene decenas de pisos ocupados de forma ilegal debido, entre otros factores, a los retrasos en la asignación de las viviendas, según denuncian las entidades vecinales como la asociación Carmen Amaya de L’Hospitalet.
La pésima gestión del parque inmobiliario obliga tanto a la Generalitat como a los ayuntamientos a contratar seguridad privada para evitar que familias ocupen de forma ilegal las viviendas que no pueden ser asignadas rápidamente. Los ayuntamientos y el gobierno autonómico han tenido que recurrir a tapiar puertas y ventanas para evitar las entradas a las viviendas vacías.
La Generalitat reconoce que la situación de los pisos vacíos no es la ideal y por ello se propone diseñar un plan para dar salida a los pisos, pero reconoce que el plan aún no ha sido diseñado y apenas es una idea. La consejería Territori i Medi Ambient, dirigido por Santi Vila, justifica que el número de pisos vacíos, aunque es alto, es inferior a los registrados durante la gestión socialista: más de unos 3.000.
Barrios periféricos
La situación de las promociones vacías aqueja a numerosos barrios periféricos de Barcelona. El grupo popular en el Ayuntamiento de Barcelona denunció que en la calle de Sant Eloi, el ayuntamiento tenía sólo cuatro pisos legalmente alquilados. El resto están vacíos u ocupados ilegalmente.
«Gastan 228.000 euros por la vigilancia del edificio durante seis meses para evitar que ingresen familias ocupas. Además, hay otro drama que es el de los locales de la Generalitat que llevan años vacíos cuando hay infinidad de asociaciones y entidades sin fines de lucro que necesitan un local», explica Eduardo Bolaños, concejal del Partido Popular en Barcelona que ha denunciado las promociones mal gestionadas en Barcelona.
En Catalunya, los barrios periféricos como Baró de Viver, Via Trajana (Barcelona), Sant Roc (Badalona) y especialmente El Gornal (L’Hospitalet de Llobregat) son los barrios más afectados por la deficiente gestión pública de los pisos protegidos.