La Generalitat intenta ingresar 3,2 millones con el remate de pisos sin herederos
La Administración subastará 11 inmuebles y terrenos que no pudieron ser vendidos en diciembre. Hará una rebaja del 20% y, si nadie los compra, ordenará una nueva tasación para liquidarlos
La Generalitat intentará ingresar 3,2 millones de euros con la rebaja de los inmuebles adquiridos tras la muerte de propietarios sin herederos. Once terrenos, pisos y casas serán ofertados al mejor postor con una rebaja del 20% sobre el precio de tasación.
Los inmuebles que irán a subasta el próximo 22 de mayo no tuvieron éxito en la puja celebrada en diciembre del año pasado, cuando sólo pudieron ser colocados 4 de los 31 inmuebles ofertados. Ahora, 11 de ellos tendrán una rebaja de precio del 20%, tal como establece el decreto 244 que regula la sucesión de bienes intestados. Los restantes volverán a ser tasados para salir, por tercera vez, a la venta.
Posible remate
Si el proceso no logra los objetivos y la Generalitat no es capaz de deshacerse de las propiedades, ordenará una nueva tasación. El Departament de Economia está empeñado en hacer caja con los pisos que ha heredado y que es incapaz de endosar.
El lote de propiedades que saldrá a subasta cuenta con inmuebles en Badalona, Mataró, Roda de Barà, Palamós, Palau Saverdera y Sant Feliu de Guixols. Algunos cuentan con precios muy alejados de gangas: un piso en Badalona de 86 metros cuadrados tiene 291.000 euros más impuestos como valor de salida y una casa en Sant Feliu de Guíxols de 104 metros cuadrados tiene un precio mínimo de 237.000 euros.
Sin presión fiscal
Como si fueran agentes inmobiliarios, los funcionarios de la Generalitat han mostrado las propiedades a los interesados por pujar hasta el 2 de mayo pasado. Los compradores tendrán plazo hasta el próximo jueves para entregar sus ofertas en un sobre cerrado. La oferta más alta obtendrá automáticamente la propiedad, aunque no hay demasiadas esperanzas de concretar demasiadas ventas.
La Administración no utilizará el patrimonio heredado para sanear sus cuentas públicas. Los ingresos estarán destinados a entidades culturales y sociales ubicadas en territorio catalán, según establece el decreto de las sucesiones intestadas.