La Generalitat huye de la ANC después de la Diada
El gobierno catalán esquiva las prisas de la Asamblea Nacional Catalana para consumar la independencia y se inclina por poner a prueba a Pedro Sánchez
Lo que ayer, durante la Diada de Cataluña, pareció una gran manifestación unitaria en favor de la república catalana era un realidad un enorme amasijo político. El independentismo ha roto su unidad de su acción, pero de momento es una fractura indolora. Indolora, pero visible.
El gobierno de Quim Torra ha marcado esta mañana distancias con la Asamblea Nacional Catalana (ANC) después de las exigencias de la entidad soberanista, que echó en cara a partidos soberanistas e instituciones sus dudas respecto «al mandato» del 1 de octubre.
La portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi, ha comparecido ante los medios un días después de la Diada y ha evitado asumir compromiso alguno con la ANC. «El gobierno de la Generalitat está de acuerdo con el vicepresidente Oriol Junqueras en que el escenario central es el del diálogo y la negociación», ha llegado a decir Artadi.
El cuerpo a cuerpo de la Generalitat y la ANC
La también consellera ha negado algunas de las acusaciones dirigidas por la ANC contra los dirigentes soberanistas. «No podemos estar de acuerdo en que el actual gobierno esté instalado en el procesismo», ha afirmado en alusión a las críticas de la presidenta de la Asamblea, Elisenda Paluzie, que se echó al cuello de la Generalitat durante la Diada.
«A nuestros electos os pedimos que no digáis que todo lo tiene que hacer la gente en la calle, que no malbaratéis la victoria del 1 de octubre, que no digáis que no era un referéndum. No nos enviéis allá donde estábamos. No estamos en 2012. Tratadnos como a adultos», exigió Paluzie.
Artadi, en modo equilibrista y con el propósito de que las distancias con la ANC no sean insalvables, ha insistido en que en última instancia la Generalitat no renuncia a nada, tampoco a esa vía unilateral que pide recuperar la Asamblea. SIn embargo, cada vez está más claro que ese regreso a la unilateralidad ya no entra en ningún plan.
Respecto a la moción pactada entre el Pdecat y el PSOE que aboga por un inconcreto diálogo dentro de la ley, dice Artadi que no entra en contradicción con la reivindicación de un referéndum «sí o sí» porque los soberanistas siempre han entendido que tenía cabida «en la actual normativa, tanto catalana como española e internacional».