Quim Torra diseña un nuevo cargo para premiar al fugitivo Lluís Puig
Otro consejero de Puigdemont se asegura un puesto público. El ex titular de cultura trabajará para la Generalitat desde Bruselas
La Generalitat creó un puesto inédito el martes, y el jueves se lo dio a Lluís Puig. El ex consejero huido del Govern de Carles Puigdemont fue nombrado director del nuevo programa para el desarrollo de proyectos culturales de ámbito internacional, un cargo de nueva creación adscrito al departamento de cultura que tiene adjudicado un sueldo de 85.769 euros brutos anuales.
Puig fue el consejero de cultura de Puigdemont y desde octubre, cuando huyó de la justicia española, se encuentra en Bélgica. Ahora, se convierte en el segundo de los titulares del Govern cesado con un cargo en el ejecutivo de Quim Torra. La primera fue Meritxell Serret, que a finales de junio fue nombrada delegada de la Generalitat ante la Unión Europea, también en Bruselas.
Borràs destaca la trayectoria de Lluís Puig, que fue consejero de cultura tres meses
La Generalitat informó de que el objetivo del programa que asumirá Puig es «poner en valor» la cultura catalana en todo el mundo y atraer el interés internacional hacia las empresas culturales catalanas, el tejido asociativo y los valores y la riqueza patrimonial de la comunidad autónoma.
Puig «es una persona con larga trayectoria y podrá aportar su dilatada experiencia en el ámbito de la gestión cultural», dijo su sucesora, la consejera de cultura del Gobierno de Torra, Laura Borràs. La consejería afirma que el ex consejero asume una dirección «con carácter eventual de asesoramiento especial y para el desarrollo de políticas sectoriales».
Los consejeros huidos de Puigdemont se aseguran el sueldo
El futuro de los prófugos del ejecutivo de Puigdemont ha sido dadivoso. Puig se asegura así un sueldo bruto de unos 7.000 euros, mientras que sus compañeros tampoco están pasando penurias, como en el caso ya mencionado de Serret. Puigdemont y el ex consejero Toni Comín permanecen como diputados en el Parlament, y Clara Ponsatí es profesora universitaria en Escocia.
El nombramiento de Puig ya despierta críticas en el Partido Popular. La diputada y vicesecretaria de estudios y programas Andrea Levy calificó de «fraude» la designación y lamentó que «los catalantes tengamos que pagar un gobierno formado por personas que ni están en Cataluña». «No estar en la realidad es grave, pero no estar en Cataluña es un fraude».
Puig fue nombrado consejero de cultura en julio de 2017, en relevo de Santi Vila, que pasó al departamento de empresa y conocimiento de la Generalitat de Puigdemont. Estuvo en el cargo tres meses antes del referéndum ilegal del 1-O, que dio paso a la aplicación del artículo 155 en Cataluña, lo que a su vez propició un éxodo de consejeros que se mantiene.