La Generalitat arriesgó demasiado con Spanair, según la Sindicatura
Un informe del organismo analiza los préstamos concedidos para la operación
La Generalitat asumió demasiados riesgos con Spanair. El veredicto lo dicta la Sindicatura de Comptes después de dedicar un apartado especial al caso en su informe sobre los ejercicios 2009 y 2010 del Institut Català de Finances (ICF) por el fuerte impacto en sus arcas. En concreto, el organismo concluye que “los préstamos concedidos para la operación de capitalización de la compañía aérea representaban un elevado riesgo de crédito”.
La síndica Emma Balseiro realiza tal afirmación después de examinar varios documentos. En especial, los informes realizados por auditorias externas en los que se apuntan los diferentes problemas financieras que sufrió la aerolínea. No obstante, el estudio apunta que todos los préstamos tuvieron el visto bueno de la Direcció General de Promoció Econòmica y de la Direcció General de Ports i Aeroports.
Los préstamos
El ICF concedió diversos préstamos que se canalizaron a través de la línea de capitalización de empresas, como una inversión financiera. A fecha de 31 de diciembre de 2011, justo un mes antes de que Spanair se fuera a la quiebra, la aerolínea mantenía un capital pendiente de 84 millones de euros. Estos se dividían en un préstamo directo de 9,5 millones de euros a la propia compañía, 54,6 millones concedidos a entidades del sector público y 20,2 millones al sector privado.
La inversión se consideró en su momento de “interés estratégico” para el aeropuerto de Barcelona y para la economía catalana, indica la Sindicatura.
El concurso
El concurso de acreedores que Spanair presentó de forma voluntaria a finales de enero del año pasado, está en su recta final. El juzgado mercantil número 10 de Barcelona resuelve las últimas cuestiones presentadas por las partes afectadas y, según fuentes judiciales, espera abrir pronto la liquidación.
El informe de la administración concursal, de la que forman parte Administradores Gispert y PwC, indica que la aerolínea sólo tiene 53 millones en activos frente a una deuda de 508 millones de euros.
Barcelona, ‘hub’
Spanair era la aerolínea que tenía que convertir el aeropuerto de El Prat en un hub de conexiones internacionales. Por ello, el Govern de la Generalitat, –en ese momento liderado por el tripartito, aunque la operación se mantuvo con el primer Gobierno de Artur Mas–; la fundación privada de empresarios FemCat; y destacadas instituciones como Fira Barcelona o la Cambra de Comerç de la capital catalana decidieron apoyar económicamente la iniciativa.
Finalmente, la falta de demanda y las negociaciones frustradas con Qatar Airways para quedarse con el negocio llevaron a Spanair a la quiebra.