La Generalitat abre seis nuevas ‘embajadas’
La consellera de Exteriores, Victòria Alsina, ha asegurado que para "una nación como Cataluña hacer acción exterior es como respirar"
El Govern redobla su apuesta por las embajadas catalanas. La consellera de Exteriores, Victòria Alsina, ha asegurado que un año después de que haber tomado posesión de su cargo tiene previsto abrir seis delegaciones de la Generalitat en el exterior –Japón, Corea del Sur, Brasil, Andorra, Dakar y Pretoria–, que se suman a las 14 que ya existen.
La consellera de Exteriores, que forma parte del Ejecutivo de Pere Aragonès a propuesta de Junts per Catalunya, lo ha anunciado este lunes en un acto propagandístico en el Palacio de Pedralbes, ahora segunda sede de la Generalitat tras la cesión del inmueble por parte del Ayuntamiento de Barcelona.
El acto se ha presentado entre cónsules y cargos del Govern que habían sido citados en el mencionado Palacio. La consellera ha asegurado que su objetivo es «tener voz en el exterior sin tutelas y sin intermediaros». Alsina ha intentado evitar que se vincule este despliegue con la voluntad de aprovechar esta nueva infraestructura para promocionar el ‘procés’.
«La acción exterior es como respirar»
La consellera de Exteriores se ha vanagloriado de la medida frente a «las personas que han querido que nos quedemos en casa, que actuemos como una diputación provincial». Para Alsina, estas delegaciones sirven para que «todos sepan que somos socios fiables, excelentes en muchos ámbitos, solidarios, porque una nación como Cataluña hacer acción exterior es como respirar».
El anuncio se ha producido en plena investigación del Tribunal de Cuentas, que tiene bajo el punto de mira a varios ex-altos cargos de al Generalitat por su presunta malversación de fondos públicos a través del Diplocat, con el objetivo de promocionar al independentismo, cuyas fianzas ha terminado asumiendo el Institut Català de Fiances (ICF).
La Generalitat se reafirma ante los constantes embistes de Puigdemont, que ha llegado a crear una suerte de Ministerio de Exteriores «libre» ante las, a su juicio, «limitaciones» que impone que el Ejecutivo catalán sea un órgano administrativo más de España, incapaz de tejer alianzas para promocionar la independencia en el extranjero.