La Fundación Godia rechazó albergar una exposición sobre 1714
La exposición 'En nombre de la paz', de la Fundación Carlos de Amberes, busca en Barcelona un emplazamiento sin éxito
Hace 300 años, pero, ¿qué ocurrió realmente? El fallecimiento de Carlos II, sin descendencia, provocó un conflicto con implicaciones internacionales por la Corona española. La Guerra de Sucesión española (1701-1715) dirimió la lucha por el poder entre los Austrias y los Borbones, con implicaciones para la Corona de Aragón, que perdió sus constituciones y sus fueros tradicionales. Pero la dimensión europea fue notable. La firma de la Paz de Utrecht, y otra veintena de tratados, supusieron el fin de una conflagración que puso de manifiesto la voluntad de mantener un equilibrio de poderes entre las diferentes potencias europeas.
La Fundación Carlos de Amberes organizó este invierno en Madrid y hasta el pasado 23 de febrero una exposición para dar cuenta de ese conflicto europeo, con el título de 300 años de la paz de Utrecht, En nombre de la paz. La Guerra de Sucesión Española y los tratados de Madrid, Utrecht, Rastatt y Baden (1713-1715). El objetivo es que se pueda ver en Barcelona, pero los organizadores no encuentran un emplazamiento adecuado, ni nadie que desee albergarla, tras un rechazo inicial de la Fundación Godia.
Antes de la Diada del 11 de septiembre
La Fundación Carlos de Amberes, que preside el veterano periodista Miguel Angel Aguilar, contactó con la Fundación Francisco Godia, que no vio con buenos ojos acoger una exposición que abre el foco y va más allá del discurso oficial en Catalunya sobre el conflicto de 1714.
Con conmemoraciones organizadas por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona sobre el tricentenario de la caída de Barcelona, la Fundación Francisco Godia no quiso recoger el guante lanzado desde Madrid, según fuentes de la Fundación Carlos de Amberes. La Fundación Francisco Godia afirma que sólo trabaja con “producciones propias o colecciones privadas”.
El caso es que la Fundación Carlos de Amberes no ha tirado la toalla y quiere trasladar la exposición a Barcelona. La muestra, organizada junto a Acción Cultural Española (AC/E) ha recibido el interés de los ministerios de Exteriores y de Cultura y Educación, que les gustaría que la exposición se pudiera ver en Barcelona antes de la Diada del 11 de Septiembre, para ofrecer una imagen global del conflicto. Y podría contar con un primer espacio, el Palacio de los Virreyes, de la mano de la secretaría de Estado de Cultura, aunque el proyecto está paralizado.
Uso de la propaganda
La exposición cuenta con 74 obras, que pertenecen a instituciones de Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Holanda, Suiza y España, y forma parte de un proyecto de cooperación cultural y científica inanciado por el Programa Cultura 2007-2003 de la Comisión Europea. Pero, en total, el coste supone 230.000 euros, de los que 90.000 los aporta Acción Cultural de España. En la exposición de Madrid participaron como patrocinadores Banco Popular; Iberdrola, Alsa; Total; Unilabs; Comisión Europea; Air France y KLM, entre otros.
La muestra focaliza la atención en el uso de la propaganda y la retórica de las imágenes durante el conflicto y los acuerdos de paz, a través de tapices, retratos, pinturas y grabados, lienzos y medallas conmemorativas.
Los organizadores, por tanto, buscarían el interés de patrocinadores para poder presentar la exposición en Barcelona. Pero, por ahora, no ha habido demasiado éxito. Tras su exposición en Madrid, y el rechazo de la Fundación Franscisco Godia, los objetos de la muestra regresaron a sus instituciones de origen. Si el Ministerio de Exteriores, que dirige José Manuel García-Maragallo, desea que los catalanes la puedan visitar en Barcelona, antes de la Diada, deberá darse prisa.