La Fiscalía recurre el tercer grado de los presos del ‘procés’
Los fiscales insisten en sus recursos en que la desobediencia tanto a las leyes como a los mandatos judiciales "ha sido constante" y no se comprendería su salida.
La Fiscalía recurre el tercer grado concedido a los presos del procés. Un día después de las elecciones catalanas, el Ministerio Público ha presentado este lunes un recurso contra la decisión de la Generalitat de otorgar el tercer grado penitenciario o de semilibertad (solo van a dormir a la prisión y los fines de semana pueden pernoctar en sus domicilios) a los nueve dirigentes independentistas condenados por el 1-O.
Fiscalía ordena ahora el ingreso en prisión de Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Carme Forcadell y Dolors Bassa.
El Ministerio Público exige que no disfruten de este permiso en tanto no recaiga resolución firme en su expediente. «La conducta por la que se condenó el interno fue muy grave, no sólo en términos jurídicos, sino en términos de repercusión social e institucional», destacan el escrito en el que habla sobre Oriol Junqueras.
«La desobediencia ha sido constante»
Los fiscales insisten en sus escritos en que «la desobediencia ha sido constante» y no encuentra motivos para permitir su salida. Los distintos dirigentes, que esta semana han estado en libertad animando a sus respectivos partidos en la campaña electoral catalana, recuerdan siempre que pueden el «lo volveremos a hacer».
Los fiscales insisten en sus escritos que la desobediencia tanto a las leyes como a los mandatos judiciales «ha sido constante» no pudiendo trasmitirse a la sociedad que «puede quedar impune el haber convertido la propia voluntad en ley fuera de los cauces legalmente establecidos, pues la legalidad es una condición necesaria para la existencia de la libertad política y solo esta es posible cuando la ley precede a la acción».
Todo ello figura en los nueve escritos presentados por los fiscales y recuerdan que no es lo primera vez que recurren, porque no es la primera vez que se les ha concedido el tercer grado.
El pasado julio los fiscales tardaron en recurrir catorce días después de que el Govern avaló esas semilibertades; ahora habrán transcurrido diecisiete días.
En diciembre, el Supremo ya fue muy crítico con la administración penitenciaria catalana, a la que recriminó que «no puede vaciar la respuesta penal proclamada por un tribunal, sometiendo su sentencia a una relectura que disfraza un tratamiento penitenciario privilegiado y, precisamente por ello, improcedente».
A su entender, debe garantizar la ejecución de las penas impuestas por los tribunales porque «su acatamiento de la legalidad no debe hacerse depender de su grado de identificación o desacuerdo con la argumentación jurídica sobre la que se fundamenta la condena» para no convertirse «en una extravagante tercera instancia que se arroga la tarea de hacer más justa la decisión emanada de los jueces», señaló.
Los condenados por el procés volvieron a salir de prisión el pasado 29 de enero -a excepción de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, que lo hizo un día después-, coincidiendo con el inicio de la campaña de las elecciones autonómicas del 14F, después de que la Generalitat les concedió de nuevo el tercer grado, que el Supremo les había revocado en diciembre.