La fantasía de Puigdemont: publica su investidura ‘fake’ en un BOE inventado
El órgano del expresidente fugado imita a los nombramientos de los presidentes de la Generalitat, tras una sesión de su pseudoparlamento donde fue escogido casi por el 90% de los sufragios
La ficción del Consell de Puigdemont cuida hasta el más último detalle. Tras ser investido por su Assemblea de Representants, su Parlamento paralelo formado solo por irreductibles de su causa, el expresidente catalán ha publicado su nombramiento en el Butlletí Oficial del Consell per la República Catalana (BOC) –su BOE fake– como si fuera una investidura.
Así aparece reflejado en el boletín de Puigdemont, en una publicación del pasado 5 de marzo. El documento guarda las formas, e incluso imita al lenguaje jurídico para dotarlo de verosimilitud. Un texto que trata de imitar, desde la distancia, a los decretos de nombramiento de los presidentes de la Generalitat.
«Decreto 1/2022 de 5 de marzo, de nombramiento del señor Carles Puigdemont como presidente del Consell per la República»: Según con los artículos 323 y 324 del Reglamento General y de Funcionamiento del Consell, se decreta: «Nombrar al señor Carles Puigdemont i Casajamó presidente del Consell per la República», recoge el pseudodecreto.
La pretendida investidura se llevó a cabo en una sesión de la Assemblea de Representants en Canet de Rosselló (Francia), un territorio limítrofe con España que el imaginario independentista sitúa dentro de los llamados Países Catalanes al formar parte de una región donde, además del francés, se habla también catalán.
Puigdemont no desaprovechó la sesión de investidura, que ganó casi por unanimidad frente al activista de Wikipedia e histórico de la ANC, Joan Ramon Gomà, que fue presidente de Amical Wikimedia entre los años 2008 y 2015, una organización que pretende dar a la conocer la enciclopedia virtual en catalán.
El fugado se impuso a Gomà con el 86,44% de los votos, mientras que el activista de Wikipedia únicamente cosechó el 5,93% de los apoyos. La votación no ha sido ninguna sorpresa, aunque ha ayudado al órgano fundado por Puigdemont desde Waterloo a dar cierta pátina de veracidad a sus procesos internos.
El Consell de Puigdemont: la discordia para ERC y Junts
El expresidente aprovechó su discurso de investidura para arremeter contra los partidos independentistas, que han sido incapaces de poner las vías de una nueva hoja de ruta para «culminar la independencia», y ni siquiera para constituir un espacio «unitario» donde marcar la acción estratégica.
El Consell per la República tenía que ser ese espacio para que los independentistas debatieran sobre cuáles eran sus líneas estratégicas, y así se acordó entre ERC y Junts durante el pacto de investidura. También, que se reformulara el órgano del prófugo para que fuera verdaderamente inclusivo, algo que todavía no ha sucedido.
Puigdemont ha ido por su cuenta construyendo su institucionalidad paralela. Primero con un parlamento solo de independentistas lleno de activistas por la independencia y diputados del ala más radical de Junts, como Laura Borràs. ERC y la CUP se desmarcaron del proyecto, y solo participan algunos cuadros territoriales a título personal.