La expresidenta de Junts denuncia que recibió presiones del PDeCAT para recuperar el control de la marca
En 2020, el PDeCAT puso una demanda a Junts por haberse apropiado, a su juicio, de la marca, que hasta entonces estaba en manos del Partit Demòcrata
La presidenta de Junts hasta el 2020 y extrabajadora del PDeCAT, Laia Canet, ha denunciado este lunes que cuando dejó la presidencia de Junts recibió presiones por parte de su partido para retomar el control de la marca, que tenía Junts.
Así lo ha explicado en el juicio que se ha celebrado este lunes en la Ciutat de la Justicia, en el que se trata la demanda que interpuso el PDeCat el 6 de agosto de 2020 contra el entorno de Puigdemont por haberse apropiado, a su juicio, de la marca, que hasta entonces estaba en manos del Partit Demòcrata.
El PDeCAT denunció a los posconvergentes en agosto al entender que el control de la marca no se llevó a cabo correctamente, si bien la juez desestimó las medidas cautelares que pedía el Partit Demòcrata el pasado mes de junio.
Este lunes, Canet ha explicado que dirigentes del PDeCAT le propusieron hacer una nueva asamblea para retomar el control de la marca, asegurando que recibió «presiones» para ello.
Canet figuraba como presidenta de JxCat hasta junio de 2020, cuando esta formación, registrada por el PDeCAT, estaba inactiva hasta que, en una asamblea en junio de 2020, traspasó los poderes a afines a Puigdemont.
PDeCAT acusa a Junts de «fomentar el transfuguismo»
La abogada del PDeCAT ha acusado este lunes a JxCat de «fomentar el transfuguismo» y «los vasos comunicantes» entre candidatos en la sesión del juicio por el control de la marca Junts per Catalunya: «El perjuicio es evidente», ha dicho.
La defensa del PDeCAT pone el foco en la asamblea de junio de hace dos años, que consideran que se hizo infringiendo las normas, mientras que desde la defensa de Junts se justifica en el contexto de pandemia para no reunir presencialmente a los miembros que asistieron.
En contra, los abogados de Junts argumentan que no ha habido una sustracción de capital político porque este era «de la coalición» de JxCat en ese momento. Además, uno de los letrados de Junts ha indicado, que cualquier denuncia por apropiación es «inviable» porque el partido tenía, hasta el momento en el que pasó a manos de afines a Puigdemont, «tres miembros de los que dos eran inactivos».