La estrategia de Puigdemont: «Lo que busca es estresar a ERC»
La CUP destapa los planes de Puigdemont, dispuesto a abrir paso a un presidente en Barcelona bajo su control. Las negociaciones con ERC vuelven a encallar
Cada anuncio de investidura inminente filtrado por el entorno de Carles Puigdemont va acompañado de un desmentido de ERC. La dinámica se repite desde hace casi un mes, en concreto, desde el pasado 10 de enero, cuando el equipo de Puigdemont filtró que había alcanzado un acuerdo con Marta Rovira (ERC) para su designación como presidente de la Generalitat después de compartir ambos una cena en Bruselas.
Desde entonces, el entorno de Puigdemont -que no hay que confundir con el Pdecat ni con Junts per Catalunya (JpC)- ha filtrado en repetidas ocasiones que el acuerdo para la investidura ya está encarrilado y que el anuncio de un acuerdo con ERC es cuestión de horas, a lo sumo, de uno día o dos. La filtración se acompaña de unos papeles para ganar verosimilitud y ERC, a continuación, rebaja toda expectativa de acuerdo sin organizar un escándalo en público.
¿A qué juega Puigdemont? «Él tiene muy claro que ERC no quiere elecciones de ninguna forma. Juega con eso. Sabe que si hay repetición electoral tiene mejores cartas para conseguir un buen resultado, uno mucho mejor que ERC. Y, por tanto, juega a eso. Lo que busca es estresar a Esquerra para negociar en mejores condiciones», dicen desde Junts per Catalunya.
El problema es que pasan los días y la situación no logra desbloquearse. Se van sucediendo las propuestas (doble gobierno en Barcelona y en Bruselas, cambios en la ley de Presidencia para permitir la investidura a distancia) y ninguna merece el sello conjunto de JpC y ERC.
El presidente marioneta de Puigdemont
La CUP, cada vez más harta de los manejos de Puigdemont, optó por enviar a su militancia los planes del líder huido a Bruselas, cuya última propuesta es ser investido al frente de un supuesto Consejo de la República el 18 de febrero y, luego, el 21 o el 22 de febrero, volver a ser investido por el Parlament. Esta última sesión, sin embargo, no sería tal porque, en realidad, Puigdemont cedería el paso a otro candidato en condiciones de ser investido como presidente de la Generalitat. Sería su presidente marioneta porque quedaría bajo su control.
Las propuestas de Puigdemont no merecen, por el momento, el aval de ERC ni tampoco el de la CUP, que debería someter a votación de sus asamblearios el estrafalario plan del expresidente de la Generalitat. La formación antistema, no obstante, comunicó este miércoles a su militancia con todo detalle los planes que les ha hecho llegar el líder de JpC para poner las cartas al descubierto:
NUEVO ENTRAMADO INSTITUCIONAL. «Nos plantean la creación de una nueva institucionalidad formada por gobierno y asamblea de cargos electos constituyente que se convierta en un contrapoder en el estado desde el exterior. Según la propuesta, este nuevo espacio en el exterior sería la dirección política real de Cataluña y emplazan a que formen parte del mismo JpC, ERC, CUP e independientes».
INSTITUCIONES EN EL EXILIO. «Desde la Generalitat y la Asamblea Constituyente en el exilio se configurarían las siguientes realidades: gobierno real y asamblea constituyente; política internacional e internacionalización de la República, activismo internacional, Diplocat y un think tank republicano».
ESCENARIOS DE INVESTIDURA. «Este planteamiento va acompañado de diferentes escenarios en cuanto a la investidura de Carles Puigdemont. Así, proponen presentar este jueves 8 o viernes 9 de febrero una propuesta de resolución de reconocimiento restitutor del presidente Puigdemont e invocación del 1 y el 27 de octubre, en este caso especialmente para hacer referencia al inicio del 155″.
LA VÍA TELEMÁTICA. «Seguidamente, se propone una reforma de la ley de presidencia que permita investir a Carles Puigdemont de manera telemática. Y hacer esta reforma mediante el mecanismo de lectura única. Este pleno se haría el 15 de febrero. En caso contrario, no se convocaría».
EL CALENDARIO. «El 18 de febrero se propone la celebración de una Asamblea de Electos y la investidura de Carles Puigdemont como presidente del Consejo de la República. Este acto se haría en Bruselas. El 21 o 22 de febrero tendría lugar la investidura de Carles Puigdemont en el Parlamento de Cataluña. Si ésta no es posible, la propuesta que se nos traslada a Bruselas es la de investir a otro candidato de JpC. No se nos traslada ningún nombre. Toda la propuesta versa sobre la idea de que esta última posibilidad implicaría que la presidencia en Barcelona tuviera un carácter simbólico obedeciendo los mandatos de Bruselas».