La enfermería denuncia la «improvisación» de Cataluña con la vacuna
La Generalitat apuesta por "un sistema menos operativo" de vacunación, según la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica
Unas 6.000 enfermeras se presentaron como voluntarias de la campaña de vacunación en Cataluña, de las que 500 fueron formadas para administrar las dosis de Pfizer-Biontech que han llegado a la comunidad. Pero el sistema sanitario catalán no les eximió de su carga laboral (en pleno repunte de casos de coronavirus) y ha contado con unas 200 para empezar la inmunización, pocas más que las 150 que lo hicieron en Canarias, que tiene una tercera parte de la población que Cataluña.
Así lo ha explicado este martes Fernando Martínez Cuervo, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica, que ha criticado que Cataluña haya elegido «un sistema menos operativo» que otras comunidades para comenzar la vacunación contra la Covid-19. Según datos difundidos este lunes por el Ministerio de Sanidad, durante la primera semana de vacunación Cataluña solo puso el 6,8% de las más de 120.000 vacunas que recibió.
«No es lo mismo estar ocho horas poniendo vacunas, que estar ocho horas haciendo otra cosa, y, luego, ponerte a vacunar», ha criticado Martínez en declaraciones recogidas por El País. Los equipos de enfermería son «clave» para la vacunación, ha subrayado, y por lo tanto «no se pueden improvisar». «No hay duda de que algunas comunidades se han preparado mucho mejor, han estado ágiles en formar equipos y ser operativas, aprovechando la experiencia anterior de la gripe».
Yo trabajo en un CAP de Castelldefels y han enviado a vacunar a Mataró
Mala organización
También ha sido muy crítica la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (Aificc, por sus siglas en Catalán), que ha cuestionado que el Departamento de Salud de la Generalitat ha gestionado la vacunación «a nivel macro».
«Nosotras pedimos que se haga a nivel micro porque somos las que mejor conocemos el territorio», ha señalado la presidenta de la asociación, Alba Brugués, que apuesta por que las vacunas se gestionen directamente por enfermería en los centros de atención primaria (CAP). «Pedimos gestionar nosotras, desde los centros de salud, los turnos de las enfermeras que van a vacunar», ha insistido, señalando que espera que Salud «reconduzca» la situación pronto.
Esther Rodríguez, de Emergencias Médicas y vicepresidenta del sindicato Enfermeras de Cataluña, ha asegurado que la mayoría de las voluntarias para vacunar todavía están esperando que la consejería que dirige Alba Vergés las llame, informa El Periódico. Encima, «nos ponen horarios incompatibles», lamenta. «Si sales de trabajar del CAP a las 15.00 no puedes estar a esa hora en otro sitio para vacunar. A otras las llaman a una hora y media vista».
Brugués ha relatado también su experiencia con respecto a la desorganización en los turnos de trabajo que ha supuesto el inicio de la campaña de vacunación en Cataluña. «Yo trabajo en un CAP de Castelldefels y han enviado a vacunar a Mataró«. «Hay gente que trabaja 12 horas en el CAP y solo puede vacunar un día a la semana. Por eso tener 6.000 enfermeras da más opciones, permite que más gente vacune aunque sea durante menos tiempo», ha apostillado Rodríguez.
Las enfermeras piden refuerzos
Tanto el sindicato de enfermería (Satse) como el Consejo General de Enfermería coinciden en la necesidad de refuerzos para poder completar efectivamente el plan de vacunación del Gobierno, que pretende alcanzar una inmunidad del 70% en el verano. La portavoz de Satse, María José García, en declaraciones recogidas por Efe, ha recordado que antes de la pandemia faltaban más de 15.000 profesionales de enfermería en atención primaria.
Los problemas que se han producido al comienzo de la campaña de vacunación podrían acumularse en los próximos meses si no se refuerzan «ya» los equipos, sostiene Satse. Y ha lamentado que algunas comunidades, en la semana antes de Nochebuena, aún no habían formado sus equipos de vacunación o dado la información necesaria para poner estas vacunas, cuya administración tiene diferencias con respecto a las dosis para otras enfermedades como la gripe.
«El problema no es tanto de falta de profesionales sino de cómo se gestiona o se organiza la logística para vacunar«, ha dicho el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya. «Hay que priorizar los recursos humanos para abordar la vacunación de los primeros grupos contando con las enfermeras en residencias, atención primaria de salud y establecer los refuerzos que sean necesarios pagando esas horas extraordinarias y dobles turnos».
Pérez Raya ha opinado que «no es bueno» que cada comunidad «tenga un ritmo diferente y que haya distinta inversión dedicada a este personal específico que administra la vacuna». La portavoz de Satse ha señalado que «lo mínimo ideal» es que los equipos que aplican la vacuna estén formados por un mínimo de dos enfermeras; una para preparar la dosis y otra para administrarla, de forma que se acelere el proceso.