La CUP tilda de «tomadura de pelo» la negociación con Sánchez de los PGE
Junts per Catalunya pedirá que se constituya una comisión de estudio en el Parlament sobre la "deuda histórica" ante un Estado que "asfixia económicamente" a Cataluña
Bronca entre la CUP y el Govern, socios imprescindibles para la aprobación de las cuentas catalanas de 2022. La diputada anticapitalista Dolors Sabaté ha recriminado al presidente Pere Aragonès en la sesión de control de este miércoles la «tomadura de pelo» de negociar unos Presupuestos Generales del Estado ante los repetidos «incumplimientos» del Gobierno.
Sabaté ha recordado al president que el año pasado solo se ejecutó un 13% de la inversión prevista sin ningún tipo de control, y que el Govern no dispone ni de la gestión autónoma del IMV –una petición que el PNV le ha hecho a Sánchez a cambio de su apoyo–, ni tampoco la transferencia completa de los Rodalies que pide el vicepresidente Jordi Puigneró.
El presidente le ha afeado a la diputada anticapitalista que hiciera una «sesión de control» a los «trece diputados de ERC» en el Congreso de los Diputados, aunque ha recordado que fue el partido que ganó las elecciones. Aragonès ha asegurado que exigirán garantías de cumplimiento que obliguen al Estado a comprometerse con lo pactado.
La CUP ha vuelto a cuestionar la mesa de diálogo con Pedro Sánchez, y Aragonès se ha limitado a insistir en que la solución política al conflicto que vive Cataluña pasa unívocamente por la celebración de un referéndum y una amnistía para todas las causas abiertas por el independentismo en la Justicia.
Junts quiere una comisión sobre la deuda histórica
Una posición que también ha secundado Junts. El portavoz de Junts, Albert Batet, le ha recordado la «dura realidad» de los incumplimentos de un Estado que, a su juicio, «asfixia económicamente a Cataluña». El diputado ha asegurado que su grupo pedirá una Comisión de Estudio sobre la «deuda histórica» del Gobierno con la autonomía.
«Hay que contabilizar los incumplimientos, tanto los activos como los pasivos. La deuda histórica de la Generalitat con Cataluña es una deuda con el bienestar, con el progreso», ha defendido Batet. Aragonès, que ha mostrado complicidad con Junts en esta cuestión, ha insistido en la necesidad de garantizar que se cumpla lo previsto en los PGE.
Junts y la CUP presionan a ERC para que se desgaje de las alianzas para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. El apoyo de los republicanos, que no han presentado enmienda a la totalidad al garantizarse que habrá cuotas de catalán para plataformas como Netflix en la futura ley audiovisual, quieren también nuevas transferencias de competencias.
Unas complicadas negociaciones
Una negociación que se juega a dos bandas. Mientras en Madrid los republicanos no tienen ningún problema para pactar con el PSOE, la Generalitat no quiere plantearse la posibilidad de cambiar a la CUP por el PSC. Salvador Illa ha vuelto a ofrecerse en esta sesión de control, algo a lo que Pere Aragonès ni siquiera ha respondido.
La CUP lleva días advirtiendo de la dificultad de llegar a un acuerdo antes del 9 de noviembre, fecha en la que el Govern prevé aprobar los PGE antes de que comiencen su proceso de tramitación parlamentaria. Los anticapitalistas han preguntado al conseller de Salut, Josep María Argimon, sobre la internacionalización del 061 y el 112.
Eulàlia Reguant ha denunciado las condiciones en se encuentran los teleoperadores, que muchas veces acaban haciendo de trabajadores «polivalentes» y sufren cierta precariedad. Argimon ha coincidido en la necesidad de aplicar mejoras, y ha recordado que el SEM es mucho más que este grupo de empleados y ha evitado comprometerse con la internacionalización.