La CUP se plantea presidir el Parlament para fijar la hoja de ruta hacia la independencia
La formación independentista consulta con su militancia si debe asumir responsabilidades institucionales en la próxima legislatura
La CUP no solo se plantea entrar a la Mesa del Parlament, sino incluso presidir la Cámara catalana. Así lo consultará con sus bases entre el miércoles y el viernes de esta semana, cuando ponga a debate un documento en sus asambleas abiertas que recoge estas posibilidades en el contexto de un pacto con ERC y JxCat para formar otro Govern independentista.
«¿En qué grado debería asumir responsabilidades en clave institucional la CUP y en función de qué acuerdos?» es una de las preguntas que hace la CUP a su militancia. «De acuerdo con la nueva correlación de fuerzas, ¿deberíamos plantear la asunción de la Presidencia de la Mesa del Parlament?«, es otra de las cuestiones que pondrá sobre la mesa.
Tanto ERC como JxCat se han mostrado dispuestos a que la CUP entre en el Govern. Pero la presidencia del Parlament previsiblemente quedaría en manos de Junts si el nuevo Ejecutivo catalán tiene a Esquerra como principal fuerza, pues ese cambio de cromos ha formado parte de las negociaciones y se ha sugerido usar la misma fórmula que la última vez.
En esta legislatura que desvanece, JxCat, por tener más escaños que ERC, asumió la presidencia de la Generalitat y los republicanos la vicepresidencia del Ejecutivo y la presidencia del Parlament. En principio, un nuevo pacto llevaría a lo mismo pero con los papeles invertidos. La CUP podría alterar los planes poniendo como condición la Mesa del Parlament.
La «ruptura democrática como única opción»
La formación que representa como candidata Dolors Sabater explica a sus bases que estar en la Mesa del Parlament es importante para «hacer frente a los ataques del Tribunal Constitucional a la soberanía» de la Cámara catalana. Y señala que, por sus resultados electorales, a la formación le corresponde un puesto en ese órgano institucional.
La CUP, que ha sido determinante para formar gobiernos catalanes independentistas durante las últimas tres legislaturas, nunca ha estado en la Mesa del Parlament. De hecho, ha evitado a toda costa asumir cargos institucionales más allá de los parlamentarios que le corresponden, situándose como una fuerza de apoyo externo a republicanos y postconvergentes.
Pero los anticapitalistas ven la próxima legislatura como nuclear para la «ruptura democrática como única opción para avanzar hacia la negación sistemática de los poderes del Estado de aceptar las más mínimas concesiones en materia social y nacional». En esta legislatura, dice el partido, habrá que fijar la hoja de ruta hacia la independencia.
En este sentido, y señalando que además de la independencia es urgente concretar un «rescate social» y un plan de trabajo de cambio de modelo económico, la CUP plantea negociar tanto «con la sociedad civil organizada, los sindicatos y los movimientos sociales» como con «aquellos partidos que no propiciaron la represión» y apoyaron el 155 en 2017.