La CUP renuncia a sus raíces tras revocar el límite de mandatos
Los diputados de la CUP podrán estar en el Parlamento catalán durante dos legislaturas consecutivas. La formación anula uno de sus principios fundacionales
Los diputados de la CUP en el Parlament, así como todos sus representantes supramunicipales, podrán mantener el cargo durante dos mandatos completos, considerando como tal cualquier legislatura superior a dos años.
La medida la ha aprobado la Asamblea Nacional de los anticapitalistas, que se ha reunido este domingo en Celrà (Girona).
Esto cambia uno de los ejes más característicos de la formación –que este sábado reconoció que la hoja de ruta independentista es imposible–, que siempre había defendido el límite de los mandatos parlamentarios.
Los diputados solo podían estar una legislatura en sus puestos y con la aprobación del cambio se equipara el tope al de los concejales, que tienen el tope en dos.
En la misma asamblea, en la que había 390 personas acreditadas y 340 con derecho a voto, la CUP ha descartado subir las cuotas a la militancia y a los cargos electos que han aprobado otras medidas para adaptarse al contexto actual, en el que sus ingresos han disminuido tras los resultados de las elecciones municipales del 26 de mayo.
Reorganización estructural
A la espera de una reorganización estructural más profunda en noviembre, fuentes del partido han destacado que, aunque no se renueven los contratos que se agoten de las personas que emplea el partido, en ningún caso se despedirá a nadie.
Más allá de las cuestiones organizativas, este domingo, la CUP ha debatido su estrategia política para los próximos meses, aunque sin tomar ninguna decisión.
Sobre la mesa está la apuesta de la dirección de los anticapitalistas, que aboga por adoptar una actitud más propositiva con el Govern, en vista de los pocos réditos que han sacado de la actual táctica de bloqueo parlamentario.
Este cambio de actitud se explicita en la ponencia estratégica que lleva por título «Combatamos la resignación, preparémonos para volver».
Con la mirada puesta en los recientes fracasos electorales de la formación anticapitalista, que les han dejado con sólo cuatro diputados en el Parlament y sin representación en ayuntamientos de grandes capitales, como el de Barcelona, la CUP quiere redefinir su estrategia y adoptar una posición más pragmática.