La CUP radicaliza sus diferencias con el resto de independentistas

La CUP carga contra Pdecat, ERC y el gobierno Torra y añade tensión al distanciamiento entre los partidos y la ANC

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La moción pactada entre PSOE y Pdecat que aboga por un inconcreto diálogo entre Gobierno y Generalitat «sin imposiciones ni impedimentos» pero también dentro de la legalidad vigente, ha caído como un jarro de agua fría sobre la CUP, que ha acusado a socialistas y neoconvergentes de «vulnerar gravemente la voluntad del pueblo» catalán.

La CUP, yendo más lejos que ERC, se ha remitido a la masiva manifestación independentista de la Diada y ha acusado al resto de partidos independentistas de dar la espalda a «la fuerza de la gente» y «las clases populares».

La moción la había impulsado el Pdecat, instando a «encontrar vías democráticas y legales que permitan a la socieda catalana determinar su futuro», pero, para aceptarla, el PSOE ha añadido una enmienda remarcando que eso tendrá que hacerse «en el marco del ordenamiento jurídico vigente». 

El Pdecat y la Generalitat justifican el pacto

Tanto el Pdecat como el gobierno de la Generalitat, formado por ERC y Junts per Catalunya (formación en la que está integrado el partido heredero de la antigua Convergència) han justificado la moción con el argumento de que para ellos, un referéndum de autodeterminación tiene cabida dentro de la legalidad vigente.

La portavoz del ejecutivo de Quim Torra, Elsa Artadi, ha recordado a ese respecto que para el independentismo institucional, el concepto de legalidad incluye tratados internacionales que según la interpretación soberanista, reconocen el derecho de autodeterminación. Pero ese planteamiento no satisface a la CUP, que entiende que el pacto con los socialistas acredita que Pdecat y ERC quieren «volver a un escenario de pacto con el Estado español» que los cuperos rechazan de plano. 

La CUP acusa a Torra de hacer «procesismo 2.0»

En un comunicado, el partido de la izquierda radical independentista esgrime el episodio como una prueba de la que Generalitat «practica el procesismo 2.0, hablando simbólicamente de la implementación de la república mientras se vuelve a la gestión neoliberal de una autonomía sometida». 

Los reproches de la CUP añaden tensión al distanciamiento entre el gobierno Torra y la Assemblea Nacional Catalana (ANC), después de que Artadi haya insistido este mismo miércoles, y pese a las exigencias de la ANC en sentido contrario, en que ahora la apuesta central del ejecutivo independentista es la del diálogo y la negociación.

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