La CUP exige la presidencia del Parlament a cambio de apoyar la investidura de Aragonès
"Hay que batallar por presidir el Parlament porque es donde pueden salir iniciativas de ruptura", dice la CUP sobre sus condiciones para facilitar un nuevo Govern independentista
La CUP sigue tensando las negociaciones para formar Govern en Cataluña. La formación de los anticapitalistas pedirá a Esquerra Republicana y Junts per Catalunya la presidencia del Parlament a cambio de apoyar la investidura de Pere Aragonès, lo que sin duda aumentará la fricción ya existente con los de Carles Puigdemont y Laura Borràs.
El partido que representan los candidatos Dolors Sabater y Carles Riera ya puso el asunto sobre la mesa desde inicios de esta semana, cuando anunció que lo consultaría con la militancia. Ese gesto ya fue visto con preocupación por JxCat. Pero este miércoles fuentes cupaires han confirmado al diario Ara que controlar el Parlament será una de sus condiciones.
«Pese a los recelos que puedan tener ERC y JxCat, hay que batallar para presidir el Parlament porque es donde pueden salir iniciativas de ruptura y nosotros no tenemos miedo de asumir las responsabilidades que se deriven«, han transmitido fuentes de la CUP a ese periódico.
Los nombres de la CUP para el Parlament
Sabater y Riera son los nombres que el partido tiene en mente precisamente para relevar a Roger Torrent, el actual presidente del Parlament, de ERC, que ha tenido numerosos problemas con JxCat por no apuntarse a su deriva unilateral. Torrent fue quien acató a la justicia española y retiró el escaño a Quim Torra, por ejemplo. La CUP tendría otra actitud.
La decisión de la CUP de aceptar por primera vez cargos institucionales a cambio de facilitar un Govern independentista enloda más las negociaciones entre ERC y JxCat. Los postconvergentes daban por seguro que, si Aragonès se hacía con la presidencia de la Generalitat, el cambio de cromos les daba a ellos la Cámara catalana. Ahora está todo en el aire.
La CUP es partidaria de que haya un referéndum de independencia en Cataluña antes de 2025 y propone saltarse o superar el marco legislativo español reactivando aquellas leyes que suspendió en 2017 el Constitucional. En su defecto, apuesta por crear nuevas leyes que podrían ser nuevamente impugnadas y movilizar al independentismo cuando eso pase.
Ya el partido había avanzado que si llegaba a la presidencia del Parlament su lema sería hacer frente a «los ataques del Tribunal Constitucional«. «Iremos a por todas», sostienen las fuentes de la formación consultadas por Ara este miércoles, aunque matizan que la decisión final dependerá de la predisposición de ERC y JxCat a aceptarlo.
ERC ya ha transmitido por activa y por pasiva su predisposición, mientras que Junts sostiene que lo «normal» sería que la presidencia del Parlament le corresponda. Es lo que han hecho los socios independentistas hasta ahora: repartirse entre ellos las instituciones en función de sus pesos parlamentarios y aprovechando la negativa de la CUP, hasta ahora, a entrar.
«Tenemos nueve diputadas que serían válidas para presidir el Parlament y para garantizar que se puede hablar de todo, hacer frente a las constantes injerencias del Tribunal Constitucional y en lógica antifascista ante la presencia de la extrema derecha de Vox en la Cámara», añaden las mencionadas fuentes de la CUP.