La CUP exige a Quim Torra que se salte la ley
La CUP da nueve meses a Quim Torra para "hacer efectivo el mandato del 1-O" con la amenaza con bloquear los presupuestos de la Generalitat
La CUP pone deberes a Quim Torra para el nuevo curso político. La formación anticapitalista, socio prioritario del gobierno de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, retoma la presión sobre el gobierno catalán para que active «la república». El partido antisistema reclama al presidente de la Generalitat que se comprometa a hacer efectiva la independencia «en los próximos nueve meses».
Además, la formación exige que la Generalitat aplique políticas que «permitan el control público de los recursos básicos y que estén al servicio del pueblo y no de las empresas que se marcharon de Cataluña» después del 3-O, según concreta la cabeza visible de la CUP en el Parlament, Carles Riera, en una entrevista en El Periódico.
Riera lamenta que su grupo no ha visto en el gobierno catalán «ninguna actuación concreta que indique una ruptura con el Estado» y apuesta por un nuevo ciclo de movilizaciones populares «que obligue a los partidos a activar la república». Pese a su escepticismo, el dirigente de la CUP ve precipitado afirmar que su partido se arrepiente de haber facilitado la investidura de Torra.
En cualquier caso, el diputado anticapitalista asegura que es «muy poco probable» que la formación apoye los presupuestos de la Generalitat de 2019. «En la pasada legislatura nos forzaron con el referéndum y fue una falsedad. No volveremos a caer en la misma trampa. Para la república no hace falta un presupuesto autonómico», sostiene.
La CUP desdeña la lista unitaria de la ANC
En la entrevista, Riera critica que el gobierno de Torra de «falsas expectativas» a la población sobre las expectativas del diálogo con el gobierno de Pedro Sánchez, que a su juicio «no está dando ninguna respuesta política al conflicto catalán». Además, descarta que la CUP se sume a la lista unitaria que promueve la ANC para las elecciones municipales del año que viene. «A la CUP ni se la ve ni se la espera en eso», señala.