La corrupción entra en la recta final de la campaña electoral

Una investigación policial relaciona a Mas y a la familia Pujol con la trama del Palau de la Música

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Retrocedemos en el tiempo. Elecciones autonómicas del 29 de abril de 1984. El titular de El Periódico de Catalunya, el día después de las elecciones: ‘Pujolazo’.

Jordi Pujol lograba su primera mayoría absoluta, con 72 diputados. El caso Banca Catalana no le había afectado electoralmente. Al revés. El president ‘vendió’ la investigación judicial como una persecución contra Catalunya.

Y ganó. El diario El País fue uno de los más activos en esa investigación.

Cuestión nacional

Como anécdota se puede recordar lo que los periódicos decían sobre los socialistas catalanes. El propio El Periódico decía: “Los socialistas ven en el alto índice de abstención la principal causa de su derrota en las elecciones del domingo, aunque reconocen que el partido deberá replantearse su posición respecto a la cuestión nacional catalana”.

El PSC se quedaba con 41 diputados, a 31 escaños de CiU.

Noviembre de 2012. El candidato de CiU es Artur Mas, y a una semana de las elecciones la corrupción entra de lleno en la campaña, con cruce de acusaciones, amenazas de querellas, descalificaciones y con periodistas y medios de comunicación de nuevo como protagonistas.

Querella

El propio Mas lo anunciaba, y a lo largo de la tarde de este viernes lo precisaba la dirección de Convergència Democràtica. El partido presentará una querella criminal por injurias graves y calumnias contra El Mundo y sus periodistas por la información en la que relacionan a Artur Mas y a la familia Pujol con la trama del Palau de la Música.

En su cuenta de Twitter, el director del rotativo, Pedro J. Ramírez, aseguraba que, al final, CDC no la presentará.

Palau de la Música

El Mundo informó sobre un “borrador” de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que sostiene que parte de las comisiones que las empresas supuestamente pagaban a CDC a través de la trama del Palau de la Música “se han desviado a cuentas personales de sus dirigentes”.

Mas aseguró que se trata de un “montaje”, y anunció la presentación de la querella mencionada. Pero el asunto ya está en campaña. Y a esa cuestión se han acogido ya el resto de fuerzas políticas.

Críticas del PSC

El candidato del PSC, Pere Navarro, que comenzó la campaña con una tímida crítica a CiU, precisamente por la trama del Palau de la Música y por la investigación en curso que relaciona a Oriol Pujol y su mujer con las concesiones del nuevo mapa de las ITV, cargó este viernes contra el candidato de CiU con algo más de determinación.

Le pidió a Mas que dé explicaciones “inmediatas ante las gravísimas acusaciones” del informe policial que vincula cuentas en Suiza de Pujol y Mas con la corrupción de CiU.

También lo hicieron la candidata del PP, Alicia Sánchez Camacho; el candidato de Ciutadans, Albert Rivera; el líder de Solidaritat, Alfons López Tena; el candidato de ICV, Joan Herrera; y el de ERC, Oriol Junqueras.

Arrastrar más votos

Pero la querella, las explicaciones o los desmentidos no se producirán en dos días. Es decir, el supuesto caso de corrupción puede suponer un punto de inflexión en la campaña.

Mas, aconsejado por su entorno, no quiere quedarse de brazos cruzados y podría ser beligerante en los próximos días contra ese tipo de informaciones. Como en 1984, y la referencia no era gratuita, CiU puede acabar de arrastrar los votos que necesita para lograr la mayoría absoluta.

Intensidad

Los socialistas tienen una larga experiencia en esas estrategias de la federación nacionalista. Pero, según un dirigente del PSC, tampoco quieren ofrecer una impresión equivocada, y si encuentran asuntos que se pueden denunciar, lo harán.

Los últimos días de campaña, por tanto, cobrarán ahora una gran intensidad en la lucha partidista. Se rompería así, una tendencia que se ha reflejado desde la huelga de este miércoles.

El ‘efecto’ huelga

Mas, con la necesidad de ir explicando su mensaje soberanista, ha perdido, la capacidad de impacto del inicio de la campaña. Y los partidos de izquierda, en cambio, se han visto avalados por la manifestación del día de la huelga, en contra de los recortes sociales.

Confían, especialmente el PSC, en que los electores indecisos decidan su voto en función del eje izquierda-derecha, y no del estrictamente nacional, que podría dividir la sociedad catalana entre independentistas y españolistas o unionistas –siguiendo el lenguaje de los nacionalistas– que es el propósito del PP o de Ciutadans.

Patrón electoral

La campaña electoral entra, por tanto, en su recta final. Y los sondeos no ofrecen la mayoría absoluta que espera CiU. El propio Mas aseguró este viernes que ve “prácticamente imposible” la mayoría absoluta.

Expertos en sondeos electorales sostienen que hay un factor que no casa con lo establecido hasta ahora. Si CiU no tiene mayoría absoluta, y el PSC no pasa de 20 diputados, el patrón electoral que funcionaba hasta ahora se habría roto.

El mapa electoral catalán podría quedar muy fragmentado, con una gran fuerza política algo por encima de los 60 diputados, y el resto alrededor de los 20.

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