La comisión que examinó el suplicatorio de Puigdemont recibió «presiones» y «ataques»
El presidente de la comisión de asuntos jurídicos del Parlamento Europeo denuncia "ataques personales" e "informes" llenos de mentiras
Según el máximo responsable de la comisión del Parlamento Europeo que examinó el suplicatorio para levantar la inmunidad de Carles Puigdemont, en ese departamento nunca en «muchos años» se habían «sufrido» tantas presiones como durante el periodo en que se ha tramitado el caso del expresident y de los exconsejeros Clara Ponsatí y Toni Comín.
«Llevo siete años en la Cámara y nunca había vivido [un proceso de suplicatorio] así, y por lo que me dicen personas que llevan más tiempo, nunca habían sufrido tantas presiones, tantas intoxicaciones, además de ataques personales», ha afirmado este miércoles Adrián Vàzquez, presidente de la comisión de asuntos jurídicos y eurodiputado de Ciudadanos.
Esa comisión dio este martes luz verde al informe que propone levantar la inmunidad de los independentistas catalanes fugados tras los hechos de otoño de 2017 que ha condenado el Tribunal Supremo. El alto tribunal pidió el suplicatorio para reactivar las órdenes europeas de detención y entrega, y el pleno de la Eurocámara previsiblemente lo avalará en marzo.
«Yo he sufrido numerosos ataques personales, informes en que se decían una sarta de mentiras brutales para intentar manchar la presidencia de la comisión», ha añadido el eurodiputado naranja en una entrevista con RNE. Según Vázquez, incluso el ponente del informe, el nacionalista búlgaro Angel Dzhambazki, habría sufrido «presiones» y «mentiras».
A estas dificultades se sumaron otros problemas como la pandemia de coronavirus, que dejó en pausa el proceso durante meses hasta que se halló la forma de reactivarlo con seguridad jurídica. Otro escollo fue la filtración del informe que concluyó que se debía levantar la inmunidad de Puigdemont, que fue publicado la semana pasada en un medio español.
Esa filtración «lo único que buscaba era desestabilizar el procedimiento», ha asegurado Vázquez, recordando que los suplicatorios «son procedimientos muy complejos, no son juegos, y aquí parece que hay gente que no ha entendido que es una cosa muy seria». El presidente de la comisión pidió al Parlamento investigar esta filtración y dirimir responsabilidades.
Las presiones siguen
Puigdemont, Ponsatí y Comín están camino de perder su inmunidad, lo que no significa que dejarán de ser eurodiputados, sino simplemente que la justicia belga puede retomar las euroórdenes solicitadas por España para juzgarles por el otoño independentista de 2017. Es poco común que el pleno vote diferente a la comisión, por lo que todo apunta a ello.
Pero de aquí a la semana del 8 de marzo, en la que se celebrará el pleno que incluirá la votación final, las presiones seguirán. Y es que los eurodiputados independentistas ya no podrán defenderse ante la Cámara, pues ya los intercambios de opiniones y las audiencias pasaron. Lo único que falta es votar y ver qué efecto tienen las actuales presiones.
Presiones como las de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que ha lanzado una campaña para dirigirse a todos los eurodiputados para denunciar la «injusticia» que a su parecer supone la pérdida de inmunidad de Puigdemont. «Defiende Cataluña ante la injusticia» y «protege los derechos fundamentales en la Unión Europea» son algunos de sus mensajes.
La entidad independentista ha enviado cartas a todos los representantes parlamentarios para exponer «la campaña represiva sistemática de los autoridades españolas al pueblo catalán» y la «persecución de los eurodiputados catalanes por parte de los autoridades españoles». Desde luego, la ANC les pide que voten en contra del suplicatorio.