La Cambra reprocha que la ley de horarios comerciales de BCN impide ingresar 263 millones
La instituciĂłn empresarial reclama al Ayuntamiento que permita abrir las tiendas los domingos en las zonas más turĂsticas
La Cambra de Comerç de Barcelona ha tirado en cara del Ayuntamiento de la capital catalana que deje pasar unos ingresos de hasta 263 millones de euros anuales por la inmovilidad de ley de horarios comerciales. La institución presidida por Miquel Valls realiza su cálculo a partir de los datos de gasto de los visitantes que ostenta Turisme de Barcelona. La estimación parte del desembolso internacional con tarjeta de crédito de 2013, que llegó a los 3.069,3 millones de euros.
El 38,8% del dispendio se efectuó en establecimientos comerciales. Es decir, 1.190,9 millones de euros. “Si lo dividimos por las jornadas que los comercios abren durante los 12 meses (317 días), se obtiene una facturación diaria de 3,8 millones de euros”, detalla en un comunicado. A partir de esta cifra, la Cambra decreta que si el consistorio liderado por Xavier Trias (CiU) permitiera abrir todos los domingos del año “el impacto directo sobre el comercio se situaría como mínimo en 182 millones de euros”.
Más ocupación
Conseguir una regulación comercial más laxa en las zonas más turísticas de la ciudad también permitiría que Barcelona ganara atractivo como destino de compras. “Se acercaría de forma progresiva a otras ciudades como Londres, París o Nueva York”, señala la organización empresarial.
No es la primera ocasión en que La Cambra reclama una nueva regulación en los horarios comerciales de Barcelona. Anteriormente, también ha reivindicado el impulso en la ocupación que implicaría abrir todos los domingos en zonas determinadas. También señala que no implicará un cambio en los hábitos de consumo de los barceloneses, “es una medida para los turistas”.
Oposición de Trias
El Gobierno municipal de Trias intentó a principios de mes sin éxito dar luz verde a los comerciantes de la ciudad a abrir todos los domingos del año. CiU pretendía solicitar a la Generalitat que declarara Barcelona localidad de interés turístico, una excepción a la regulación actual que elimina la limitación de aperturas. El cambio necesitaba el visto bueno del pleno, pero Trias está en minoría. Por distintas razones, rechazaron la medida PSC, PP e ICV-EUiA. ERC se abstuvo y CiU no consiguió los votos mínimos para sacar adelante sus planes.