La batalla entre las asociaciones judiciales llega a Girona
Tres magistrados –un conservador, un progresista y un centrista- se disputan la presidencia de la Audiencia provincial
Las luchas por el poder entre jueces conservadores y progresistas se han extendido por todas partes. Incluso en Girona, uno de los extremos de la península, tres magistrados, destacados representantes de las tres principales asociaciones judiciales, se disputan la presidencia de la Audiencia provincial: el actual presidente, Fernando Lacaba, de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM); Adolfo Jesús García Morales, de la progresista Jueces para la Democracia; y Hugo Novales, de la centrista Asociación Francisco de Vitoria.
La presidencia de la Audiencia de Girona nunca había estado tan disputada. Fuentes judiciales de esta demarcación explican que la guerra entre conservadores, progresistas y centristas se está dirimiendo por todos los tribunales y audiencias españolas, hasta alcanzar a Girona, una plaza que se había mantenido al margen de las disputas entre las asociaciones judiciales.
El presidente opta a un cuarto mandato
El conservador Fernando Lacaba acumula tres mandatos consecutivos, quince años en total, como presidente de la Audiencia de Girona. Hace cinco años, se impuso a un candidato centrista. Hace diez, no tuvo rival. Y cuando se presentó por primera vez en 2001, fue el elegido en una terna en la que había un independiente y un miembro de Jueces para la Democracia, Carlos Cruz Moratones, que años después llegó al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ahora, al cabo de quince años, se han reproducido aquellas viejas rencillas judiciales.
El próximo 20 de septiembre, los tres candidatos que aspiran a la presidencia de la Audiencia de Girona comparecerán ante la comisión permanente del CGPJ, que evaluará sus propuestas, según informan fuentes de este organismo. Probablemente, la elección se producirá en el pleno del Consejo del 29 de septiembre.
La decisión está en manos de la mayoría conservadora
En un Consejo General del Poder Judicial dominado por la mayoría conservadora, Fernando Lacaba partiría con ventaja, pero fuentes judiciales indican que puede verse «sorprendido» por el centrista Hugo Novales. Estas fuentes recuerdan que, pese a su afiliación a la conservadora APM, Lacaba siempre ha mantenido una «excelente sintonía» con dirigentes convergentes que ahora le puede «pasar factura».
Además, en enero pasado, Lacaba cometió el «error», según apunta uno de sus colegas, de presentar su candidatura a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Ningún miembro del Consejo General del Poder Judicial votó a su favor. En aquella elección, se impuso el centrista Jesús María Barrientos con 12 votos frente a los 9 del progresista Miguel Ángel Gimeno, actual director de la Oficina Antifraude de Cataluña. Lacaba no sacó ni un solo voto.
Los centristas ponen toda la carne en el asador
Si en la elección a la presidencia del TSJC, la mayoría conservadora del gobierno de los jueces optó por el candidato de la Asociación Francisco de Vitoria, ahora, con la elección del presidente de la Audiencia de Girona, se puede repetir aquella situación. Hugo Novales es el juez decano de Girona, está al frente del Juzgado Mercantil número 1 de la ciudad y forma parte de la ejecutiva nacional de la Francisco de Vitoria. Los centristas han puesto toda la carne en el asador en la batalla de Girona.
Adolfo Jesús García Morales, el tercer candidato en liza, es un destacado miembro de Jueces por la Democracia. En la actualidad, preside la sección cuarta de la Audiencia de Girona. Ha recibido distinciones por su lucha contra la violencia machista y la xenofobia. En Girona le llaman el «juez poeta» por su afición a escribir poesía. Sus opciones pasarían por la división del voto conservador entre Lacaba y Novales.
Las elecciones de los presidentes de audiencias y de tribunales superiores se están mirando con lupa. Hace unos meses, el Tribunal Supremo anuló el nombramiento del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, Miguel Pascual de Riquelme. El tribunal consideró que el CGPJ no fundamentó adecuadamente los motivos de su elección. Los jueces de base son los primeros que advierten contra la politización del Consejo.