La Audiencia Nacional impone una fianza de 78 millones al abogado Joan Piqué Vidal por blanqueo de capitales
El fiscal pide 9 años de cárcel para el letrado por dirigir una red internacional dedicada a camuflar dinero del narcotráfico
El conocido abogado de Barcelona Joan Piqué Vidal se sentará el próximo lunes en el banquillo de los acusados para afrontar una petición de más de 9 años de cárcel y una fianza de 78 millones de euros, por su participación en una red internacional de blanqueo de capitales vinculada con un peligroso clan mexicano de narcotráfico.
Según fuentes judiciales consultadas por Economía Digital, se trata del entramado de sociedades, bancos y empresas pantalla dedicado al blanqueo de dinero de la droga más amplio y sofisticado de los que jamás se han investigado en España.
Piqué era «el jefe»
Según el escrito del ministerio fiscal y el auto de apertura del juicio oral, firmando por el juez de la audiencia, Fernando Andreu, Piqué era el considerado «jefe» en Barcelona de una organización internacional que movía millonarias cantidades de dinero negro entre países aprovechándose de decenas de empresas ficticias creadas a tal efecto.
Piqué se sentará en el banquillo junto a otros nueve imputados, la mayoría de origen mexicano, vinculados, según la policía, a la red de blanqueo de capitales de un importante cártel de la droga de aquel país.
El abogado se llevaba el 15%
«Joan Piqué Vidal, al que en distintas conversaciones mantenidas por otros miembros de la organización mencionan como el jefe, vendría a dirigir esta rama en Barcelona, y habría realizado labores de asesoramiento de cara a la constitución de sociedades y apertura de cuentas corrientes destinadas a estas operaciones de blanqueo…».
Éste es uno de los argumentos del juez Andreu para sentar a Piqué en el banquillo de los acusados. Según algunas de sus abundantes resoluciones en este sentido. «De las conversaciones intervenidas –prosigue–, se deriva que la rama de Barcelona, que dirigía Joan Piqué, percibiría el 15% de las cantidades efectivamente derivadas al destinatario final».
Dinero del narcotráfico
En el auto de apertura de juicio oral, Andreu resume así el alcance de esta red de blanqueo de capitales: «Se trata de una organización mexicana, que actuaba en nuestro país y que tenía como finalidad la planificación y materialización de un entramado financiero que ha sido utilizado para integrar en el circuito bancario español importantes cantidades de dinero efectivo procedente de los beneficios producidos por el tráfico de cocaína, para posteriormente transferirlas a México y Estados Unidos, siendo en la mayoría de los casos el destinatario final, la mercantil Ribadeos Casa de Cambios SA«.
Joan Piqué Vidal, según la fiscalía, utilizaba la contratación de cuentas corrientes en las que se depositaba fondos de supuestas inversiones (inexistentes) que posteriormente se trasferían a casas de cambio radicadas en México a través del Bank of América. Una de esas casa es Ribadeos, propiedad de unos de los también imputados, Miquel David Arce Herrera.
Altísima fianza
Sólo en el año 2004, el juez Andreu identifica decenas de transacciones de dinero negro tuteladas presuntamente por el abogado barcelonés. Algunas de ellas superaban los 10 millones de euros. De ahí lo elevado de la fianza de responsabilidad civil impuesta al letrado barcelonés.
El conocido abogado barcelonés, utilizó cuentas corrientes abiertas por testaferros en distintas entidades financieras de Barcelona y Madrid, como caja Madrid, Caixa Laietana, Caja Canarias, Caixa Catalunya, la Caixa o BBVA.
Los papeles de Piqué, le delatan
Buena parte de la documentación contable que ha servido para incriminar a los diez imputados en esta compleja, prolija y amplísima red financiera de blanqueo, apareció en el registro del despacho profesional de Piqué Vidal situado en el número 612 de la avenida Diagonal de Barcelona.
Piqué Vidal fue condenado en enero de 2005 a una pena de siete años de cárcel por cohecho (soborno). Según aquella sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Piqué «urdió un insidioso plan para extorsionar a los empresarios que el juez Pascual Estevill investigaba y a los que el letrado defendía». Este histórico abogado fue una de las llamadas togas de oro de Barcelona. Durante años defendió, entre otros, al ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; al ex secretario general de la Presidencia, Lluís Prenafeta; y al financiero Javier de la Rosa.