La Audiencia Nacional evita a Sánchez un nuevo conflicto con Argelia

La Audiencia Nacional no ve base para acordar medidas cautelares que impidan salir a Brahim Ghali fuera de España, a pesar de las acusaciones para evitar su regreso a Argelia.

Pedro Sánchez hace balance del año tras la última reunión del Consejo de Ministros de 2020.

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La crisis diplomática entre España y Marruecos tiene un tercer eje en esta relación llamado Argelia. Hasta el momento, sólo se ha mirado hacia ambos países olvidando al tercer socio en cuestión. Enfrentado a Marruecos por su influencia y la defensa del líder del Frente Polisario, Argelia constituye un socio estratégico vital para España. Sobre todo, porque el gas argelino constituye cerca del 55% por ciento de las importaciones anuales de España. Esta semana, además del conflicto con Marruecos, las relaciones con Argelia estuvieron a punto de saltar por los aires. Gracias a la Audiencia Nacional, Pedro Sánchez se ha ahorrado un gran conflicto con este país.

El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, se desplazó hasta Logroño en un avión medicalizado argelino y bajo una identidad falsa se registró en un hospital para tratarse del Covid. Toda una afrenta para Marruecos por parte del gobierno español y una fórmula, la de registrarse con una identidad falsa, que ahora se aprestan a investigar las autoridades judiciales.

El pasado martes, en pleno cénit de la crisis, el juez Santiago Pedraz anunció la reapertura de una investigación por una querella presentada en España contra el líder del Frente Polisario y otros responsables saharauis por presuntos delitos de genocidio y torturas interpuesta por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEH). Asimismo, Ghali recibió una segunda querella interpuesta por un particular, Fadel Mihdi Breica

El propio Ghali se negó a firmar el recibí de la primera citación aduciendo que quería contactar antes con la embajada argelina y con personas de su confianza antes de hacerlo.

La situación resultó extremadamente compleja, ya que ambas acusaciones pidieron el miércoles decretar la prisión provisional ante el «altísimo riesgo de fuga», o en su defecto que se le prohibiera salir del país ante su posible salida a Argelia.

Finalmente, ninguna de las dos causas abiertas contra Ghali en la Audiencia Nacional han supuesto que se le impongan medidas cautelares, como para restringir sus movimientos y posible salida del país. Algo que, según advirtieron fuentes diplomáticas, hubiera supuesto «un gran conflicto con Argelia» en la misma semana que España y Marruecos rompen sus relaciones.

La Fiscalía de la Audiencia y el juez Santiago Pedraz rechazaron imponer medidas cautelares porque consideran que los indicios de delitos presentados hasta ahora contra Ghali son demasiado endebles como para sostener una decisión así.

La Justicia evita, de esta manera, a Pedro Sánchez un nuevo conflicto diplomático que hubiera supuesto otra crisis en el seno del Gobierno. Ghali podrá volver a Argelia pese a las querellas abiertas en España y su citación el próximo 1 de junio.

La ruptura con Marruecos

España salva así un conflicto con Argelia, pero como siempre sucede en estos casos, las decisiones también afectan a terceros y, en este caso, la decisión de la Justicia agrava aún más la crisis con Marruecos.

La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, advirtió este viernes que si España decide sacar al líder del Frente Polisario de España de la misma forma que entró, «es optar por el estancamiento y empeoramiento de las relaciones». Así lo ha hecho público desde el Ministerio de Exteriores de Rabat.

La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich. Foto: EFE/ Javier Otazu

La embajadora señaló que lo que suceda con Ghali «es un test para la independencia de la Justicia española, en la que confiamos plenamente», pero también otro test para saber si España «opta por reforzar sus relaciones con Marruecos o prefieren colaborar con sus enemigos».

Por su parte, el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, ya se encargó de decir que la embajadora no volverá a España «mientras persistan las causas de la crisis».

«Si hay un problema o una crisis es porque España prefirió actuar y coordinarse con los adversarios de Marruecos frente a los sentimientos del pueblo marroquí en relación a un tema fundamental para el reino», dijo el titular de la diplomacia marroquí, según recoge Reuters.

«Una crisis de largo alcance»

Fuentes diplomáticas advierten a Economía Digital que se trata de una «crisis de largo alcance». Es decir, que el conflicto España-Marruecos se va a alargar durante un tiempo. Su embajadora no tiene fecha de vuelta, mientras desde el Ministerio de Exteriores dirigido por Arancha González Laya analizan con lupa cómo poder encauzar la suspensión de algunas reuniones bilaterales de carácter técnico.

Asimismo, sigue sin haber fecha para la cumbre de alto nivel aplazada desde diciembre, pero no consta que las áreas más sensibles, la cooperación en la lucha contra la inmigración ilegal o el yihadismo, se hayan resentido, según fuentes de Moncloa.

La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya. Foto: EFE

Fuentes diplomáticas confían en que Rabat entienda que España no podía desatender la petición de Argelia y valore el rol que juega a su favor en el seno de la UE. En estos momentos, subrayan las mismas fuentes, España intenta que la UE no incluya a Marruecos en su lista gris de paraísos fiscales.

Las más de 20.000 empresas españolas con intereses en Marruecos ya han solicitado ayuda al Ejecutivo español, tal y como publicó Economía Digital, ante posibles represalias. En concreto, operan 21.800 empresas con capital español con un stock de inversión acumulada de alrededor de 8.454 millones de euros, según los datos del ICEX que se contabilizaron en 2019 (antes de la pandemia).

Los empresarios españoles temen represalias

Desde la federación ceutí de la CEOE advirtieron esta semana, en los inicios de la crisis diplomática entre España y Marruecos, que las autoridades marroquíes ya hablaban de tomar “represalias comerciales y frenar las inversiones españolas” en el país. Frente a estas tensiones, “nos tememos un escenario de represalias”, comentan desde la patronal y desvelan que desde el Gobierno “todavía no hemos obtenido ninguna respuesta”.

Los empresarios temen que la crisis diplomática entre ambos gobiernos les conduzca a tres escenarios posibles: el freno de las inversiones españolas en los grandes proyectos de infraestructuras y turismo que tiene en marcha Marruecos; que se encarezca la financiación a los empresarios españoles que quieran operar en el país y, en tercer lugar, la preocupación porque Marruecos ya ha abierto la puerta a las grandes empresas internacionales estadounidenses que, sin dañar la hegemonía francesa, se comen el terreno de las empresas españolas.

Este último punto se ha visto fortalecido por el ‘capote estadounidense’ que este mismo martes le dio el gobierno de Joe Biden a marruecos, mediante una llamada para reforzar sus relaciones bilaterales. Algo que todavía no ha hecho con España.

Los empresarios advierten que el problema diplomático entre los gobiernos “llevará tiempo” y mientras están en juego el volumen de exportaciones españolas, que han pasado del 1,9% en 2011 al 3,0% en 2019 y al 2,6% en 2020. En enero de 2021, las exportaciones españolas a Marruecos han sido de 601 millones de euros.

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