La Audiencia de Madrid anula un juicio a los traductores ‘low cost’
La empresa Seprotec, que contrata a cualquiera que se hace pasar por traductor, motivó la anulación de un juicio de malos tratos por un trabajo poco profesional del intérprete
El deficiente trabajo de los traductores judiciales que no saben idiomas ni tienen titulación ha obligado a anular al menos un juicio por violencia machista en Madrid. Los traductores poco capacitados han disparado las dudas sobre las garantías procesales de los juicios en los que se celebran.
La mayoría de los traductores e intérpretes en los tribunales han sido externalizados en toda España a Seprotec, una empresa que gana contratos millonarios con las diferentes administraciones españolas pero que trabaja bajo la modalidad de bajo coste con sus traductores contratados a destajo por horas Madrid, Cataluña y buena parte de las provincias andaluzas.
Seprotec paga a los traductores que asisten a los juicios unos 10 euros la hora, una tarifa reducida que ha ocasionado que los profesionales del sector abandonen estos trabajos. El pago de bajo coste ha motivado que muchos inmigrantes sin cualificación se presenten en los juicios y realicen un trabajo deficiente.
Para demostrar que la empresa contrata a cualquiera, un redactor de Economía Digital se hizo pasar por intérprete de árabe para trabajar en los juzgados de Madrid. A pesar de que no sabía ni una palabra en esa lengua, la empresa no comprobó sus conocimientos reales y lo contrató y hasta le asignó un juicio.
La sentencia anulada
A pesar de que Seprotec contrata a cualquiera como traductor y que tanto jueces como secretarios judiciales se enfrentan a diario con traductores poco cualificados, la Comunidad de Madrid defiende la actuación de la polémica empresa de traductores low cost al asegurar que hay «pocas incidencias».
Pero en noviembre de 2009, los magistrados de la sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid anularon un juicio de violencia machista por una deficiente traducción en el juicio. La Audiencia Provincial consideró que un ciudadano marroquí condenado por violencia a la familia tuvo un juicio sin garantías procesales plenas y anuló la sentencia por maltrato familiar.
El abogado defensor apeló porque al acusado no se le tradujeron las declaraciones de las otras partes y el tribunal consideró que había sido condenado en una situación de indefensión procesal. La sentencia 1420/2009, a la que tuvo acceso este diario, obligó a celebrar un nuevo juicio con un juez distinto y anuló la pena de prisión de 11 meses y a orden de alejamiento en contra del maltratador.
«Antes de que SeproTec se hiciese cargo de estos servicios, dichos intérpretes no contaban con ninguno de los derechos laborales que por ley les asisten, ya que trabajaban en situación irregular, no estaban dados de alta en la Seguridad Social, y muchos de ellos ni siquiera contaban con permiso de trabajo», justificó la empresa en un comunicado.
Una veintena de quejas al año en Cataluña
En Cataluña, la Consejería de Justicia también está encantada con los servicios que presta Seprotec, a la cual ha vuelto a adjudicar todo el pastel de las traducciones judiciales en esta comunidad.
Fuentes del departamento de Justicia explican que han recibido muy pocas quejas por los trabajos que han realizado sus intérpretes y traductores. De los más de 30.000 servicios que Seprotec presta anualmente en los juzgados catalanes, en 2014 se recibieron quejas sobre el 0,03%, que equivalen a una decena, y en 2015, del 0,07%, con los que se superó la veintena.
Estas fuentes aseguran que la mayor parte de las quejas, formuladas por el juez, los funcionarios judiciales o por alguna de las partes personadas en los juicios, están relacionadas con que los traductores no se presentaron o llegaron tarde a las vistas.