La ANC asume que Torra «no hará república» (y Puigdemont asiente)
La nueva hoja de ruta contempla escenarios en los que Torra no pinta nada. La ANC ya piensa en el próximo Parlament, y Puigdemont se suscribe
Cuando Quim Torra hizo reconocimiento del Palau de la Generalitat, en mayo de 2018, su mantra fue «hacer república», sembrando dudas sobre si hablaba de una nueva declaración unilateral de la independencia como la fallida de Carles Puigdemont o si más bien se refería a gestos hacia los políticos presos catalanes y la autodeterminación.
Nadie estaba acostumbrado a los rodeos del nuevo president, que meses después empezaron a provocarle reproches y una escalada en la pérdida de apoyos del independentismo, lo que llevó a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) a presionarle con todo lo que tuviera en su poder. Pero la ambigüedad de Torra ya no confunde al soberanismo.
La ANC hace planes para cuando Torra no esté
La ANC da por un hecho que Torra no hará república, o que el concepto de «hacer república» del presidente de la Generalitat ungido por el mismo Puigdemont difiere del de la militancia separatista. No hará república, no declarará la independencia, no celebrará un referéndum de autodeterminación ni pondrá al Estado español en un brete.
Así se desprende de la hoja de ruta para el periodo 2019-2020 que la asamblea general ordinaria de la entidad aprobó este domingo, que ve como único escenario probable que los partidos soberanistas obtengan más del 50% de los votos en las próximas elecciones autonómicas y que ello sea suficiente para una declaración unilateral de la independencia.
Si ese es el escenario más factible que puede imaginar la Assemblea, queda claro que Torra no pinta nada. La ANC ya se había declarado harta de Torra en octubre de 2018, pero a finales de marzo pasado elevó el tono y previó que las elecciones catalanas serán este otoño por la «cobardía» del president, ante su falta de «estrategia» para «alcanzar la independencia».
Puigdemont celebra la apuesta por la vía unilateral de la ANC
La hoja de ruta avalada este domingo, con el apoyo de Puigdemont, desvela que la ANC ya ni siquiera cuenta con Torra. Si antes puso al máximo representante del Govern una lista de retos dantescos y virtualmente imposibles previo a declarar su caducidad, ahora la entidad soberanista ve clara solo una vía. La unilateral, desde luego.
El documento, aprobado por mayoría absoluta en la asamblea, plantea tres escenarios, admitiendo que dos de ellos son más improbables que morir por el impacto de un meteorito. Opción número uno, un referéndum pactado que la misma ANC tilda de «ingenuo»; dos, una consulta pactada y forzada por algún organismo internacional; y tres, otro episodio de unilateralidad.
Así las cosas, esta es la ruta a seguir si en las elecciones catalanas, que a juicio de la Assemblea serán más pronto que tarde, las formaciones independentistas consiguen más del 50% de los votos, aunque la «falta de unidad estratégica de los partidos» puede tumbar la estrategia, según reconoce la organización. Con Puigdemont sí que cuentan, parece.
El ex president fugado celebró la decisión porque «hace el trabajo de recordar que el 1-O es la base sobre la cual queremos construir nuestro país». En una intervención por vídeoconferencia desde Bruselas, agregó que «la ANC es un vehículo imprescindible para la culminación de este proyecto. Lo repetimos: no nos rendimos, no nos rendiremos».
La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, destacó que se aprobó «otra hoja de ruta con un objetivo nítido: la independencia». Y aseguró que ante Torra y quien quiera escuchar repetirán el mensaje «tantas veces como sea necesario», porque «ya no hay excusas», siempre pensando en ese hipotético Parlament de mayoría independentista.