La abstención del PP permitirá aprobar la Ley Audiovisual

La Ley Audiovisual aún no tenía garantizados los apoyos suficientes en el Congreso de los Diputados

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, interviene en la sesión de control al Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. EFE.

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La abstención del Partido Popular en la votación de la Ley Audiovisual que se debate este jueves en el Congreso de los Diputados permitirá salvar esta polémica legislación.

La ley, que traspone una directiva europea, acaba de empezar a ser debatida en el Pleno del Congreso, sin que aún se conozcan otros apoyos, aunque con los del PSOE y la abstención del PP queda garantizado su paso al Senado.

Además, el PSOE, según fuentes parlamentarias citadas por EFE, va a rechazar la enmienda transaccional que han propuesto Unidas Podemos, Bildu y Esquerra Republicana para revertir la modificación técnica con la que los socialistas permiten a las televisiones o a cualquier otro operador producir contenidos, dentro de la cuota obligatoria reservada hasta ahora a la producción independiente.

La Ley Audiovisual, que aún no tenía garantizados los apoyos suficientes, según los productores de cine y televisión independientes les condena a la ruina, al equipararles, por iniciativa del PSOE, con empresas vinculadas a las grandes corporaciones.

Por ello, las asociaciones del cine lanzaron comunicados, protestaron en Cannes y por último pidieron auxilio al presidente del Gobierno, después de que el PSOE, durante el trámite de ponencia, introdujera unos cambios en apariencia inocuos en el artículo 110 que define lo que es un productor independiente.

Según el texto, se considera un productor independiente «la persona física o jurídica que no está vinculada de forma estable en una estrategia empresarial común con un prestador del servicio de comunicación audiovisual (…) y que asume la iniciativa, la coordinación y el riesgo económico de la producción de programas o contenidos audiovisuales, por iniciativa propia o por encargo, y a cambio de una contraprestación los pone a disposición de dicho prestador del servicio de comunicación audiovisual».

El PSOE cambió «un prestador» por «dicho prestador» y esto ya, según los productores, abre la puerta a que «las televisiones o cualquier otro operador» puedan producir contenidos dentro de la cuota obligatoria reservada hasta ahora a la producción independiente. A ello se añade que se diga «por iniciativa propia o por encargo», algo que también desvirtúa la producción independiente, afirman.

Enmienda de Unidas Podemos, ERC y Bildu

Unidas Podemos, ERC y Bildu registraron una enmienda transaccional en la que se vuelve a cambiar a «un prestador» el texto, y que en caso de salir adelante al menos cambiaría ese aspecto tan criticado por los profesionales.

Para formaciones como el BNG y el PDeCat, esta ley ni termina de ser positiva para los productores, ni disminuirá la brecha de género, ni va a respetar unas verdaderas cuotas lingüísticas (ERC y PNV sí se dan por satisfechos con obligar a las televisiones y grandes plataformas a destinar el 3,5 % de sus ingresos en España a producciones nacionales y de ellas el 15 % a catalán, gallego y euskera).

El proyecto, que traspone una directiva europea, tiene aún recorrido, ya que si se aprueba en el Congreso, como se prevé que suceda, pasará al Senado, donde si es modificado volverá a ser votado en el Congreso.

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