JxCat abre otra guerra interna por las listas del 10-N
Laura Borrà s, portavoz de Junts per Catalunya, se hace de rogar; el abogado del expresident Alonso-Cuevillas está cuestionado; y los presos no abren boca
La repetición electoral a la que la investidura fallida de Pedro Sánchez ha precipitado la legislatura supone la apertura de una nueva guerra interna en Junts per Catalunya (JxCat), enfrascada en esa reordenación siempre pendiente del espacio posconvergente. Llámese reordenación lo que no deja de ser una guerra sorda e inacabable entre el puigdemontismo y los sectores moderados del Pdecat.
Un episodio que se produjo el jueves evidenció la complejidad de la situación: la ahora diputada en el Congreso Laura Borràs dijo en una entrevista, literalmente, que los políticos presos de JxCat «sería mejor que en este caso ya no formaran parte de la contienda electoral» porque «estarán a punto de ser inhabilitados cuando salgan las sentencias», y poco después, ante las críticas que empezó a encajar, trató de desdecirse con un hilo de tuits. «Quizá no me he explicado bien. Lo que he querido decir es que lo que ‘sería mejor’ es que no hubiera represión y que no hubiera presos».
Lo que es cierto es que Borràs dejó claro que se trataba de su opinión personal y que la decisión la tomarían los propios procesados, que la semana que viene dirán la suya en una reunión prevista en la prisión de Lledoners.
En relació a la presència dels presos polítics a les llistes:
El tall de veu correspon a la quarta repregunta sobre el tema. Potser no m’he expressat bé. Ho aclareixo. El que he volgut dir és que el que “seria millor” és que no hi hagués repressió i no hi hagués presos! (1) https://t.co/um7BHUe0ae— Laura Borràs 🎗 (@LauraBorras) September 19, 2019
Es decir, que aún está todo por decidir, aunque la portavoz adjunta en el Parlament, Gemma Geis, aseguró este viernes que los presos de la formación «están predispuestos a ir en las listas». Eso sí, fuentes de JxCat apuntan que la predisposición es mayor en el caso de Jordi Sànchez, que en las elecciones del 28 de abril encabezó la lista por Barcelona, y que ya hace tiempo que se decanta abiertamente por volver a presentarme, mientras Josep Rull y Jordi Turull, que fueron cabeza de lista por Tarragona y Lleida, respectivamente, no lo tienen tan claro.
Dudas sobre Borràs y el abogado de Puigdemont
Con independencia de lo que se acabe decidiendo respecto de los presos, también podría haber otros movimientos. Por un lado, porque la labor en el Congreso del abogado Jaume Alonso-Cuevillas, que pasó de formar parte del equipo legal de Carles Puigdemont a encabezar la lista por Girona, ha sido cuestionada desde algunos sectores de la propia formación que le reprochan su escasa actividad desde que tomó posesión de su acta de diputado. «No ha presentado ni una iniciativa legislativa», asegura una fuente del Pdecat.
Y, por otro, la propia Laura Borràs, que fue la número dos Barcelona el 28-A, se hace de rogar y deja caer entre su entorno la posibilidad de no repetir, según las fuentes consultadas. Si no lo hiciera, o si fuera Sànchez quien optara finalmente por no concurrir a las elecciones, ganaría puntos para conseguir escaño en la Cámara Baja el exeurodiputado Ramon Tremosa, que en abril fue el cuarto por Barcelona, tras Sànchez, Borràs y Míriam Nogueras, que son los tres que sí consiguieron plaza en el Congreso. Tremosa, como Nogueras, forma parte del Pdecat, pero alineado en el sector más afín a Puigdemont de la formación.
En todo caso, las decisiones no pueden posponerse mucho. Los partidos tienen que presentar sus listas a la junta electoral entre el 2 y el 7 de octubre. Si finalmente se opta por incluir a los presos y después el Supremo dicta una sentencia condenatoria y, en consecuencia, inhabilitante, contra ellos, eso obligaría a la formación a reconfigurar sus candidaturas sobre la marcha, pero esa renuncia también serviría como gasolina en clave electoral.