Villarejo y su mujer, investigados ahora por vender documentos policiales desde prisión
La Audiencia Nacional abre una nueva causa contra el comisario jubilado y detiene a su mujer por su presunta participación en los hechos
La Audiencia Nacional ha abierto una nueva pieza en la causa que investiga los presuntos delitos que cometió el excomisario José Manuel Villarejo. Los tribunales tendrán que dirimir si también participó en una trama de venta de documentos oficiales de la Policía Nacional, mientras se encontraba ya recluido en prisión.
La Justicia buscará pruebas en un plan elaborado por al menos cinco personas más, entre las que figura la mujer de Villarejo, Gemma Alcalá, periodista de profesión, que el viernes fue detenida por los agentes. Todos se enfrentarán a delitos de organización criminal, infidelidad en la custodia de documentos y revelación de secretos.
El juez del caso Tandem ha declarado el secreto judicial en el caso. Sin embargo, algunos medios ya apuntan a que el contenido de los documentos que se pusieron a la venta está relacionado con el procés. Según ha publicado ABC, los archivos revelan investigaciones judiciales sobre la causa independentista que el comisario jubilado ha tratado de vender a personas del entorno catalán.
Una comitiva judicial se ha encargado de realizar un registro en la celda de Villarejo para incautar toda la documentación, paralelamente a la búsqueda de información comprometedora en el domicilio del matrimonio. Una operación que no ha sentado bien al antiguo comisario.
Gemma Alcalá es una de las piezas clave del entramado de Villarejo
La periodista Gemma Alcalá ya fue una de las personas detenidas en 2017 en la operación que puso en marcha la Audiencia Nacional y que terminó con el arresto de Villarejo. Desde entonces, el antiguo alto cargo policial continúa en prisión provisional en Estremera.
La Fiscalía ya consideraba a Alcalá una pieza fundamental del entramado que dirigía Villarejo. Por eso, solicitaron para ella más de 46 años de prisión. En el caso del comisario, la petición de cárcel asciende hasta 57 años de cautiverio. Era la primera causa que se abrió contra ellos por el espiar presuntamente a un bufete de abogados.
Desde entonces, se han puesto sobre la mesa una veintena de causas más, en las que se sitúa a Villarejo como el presunto líder de un entramado societario que prestaba servicio a detectives, gracias a su posición y contactos en la Policía Nacional.
Alcalá también se enfrenta a otra causa por haber espiado presuntamente al fundador de la urbanización de lujo La Finca. Un delito por el que el Ministerio Fiscal pide hasta 36 años de cárcel para la periodista.