Junts se atribuye el éxito del Prat: «El acuerdo ha sido fuera de la reunión bilateral»
Sánchez conquista a Junts por primera vez, mientras los separatistas se ponen la medalla por la ampliación del Prat frente a su socio del Govern
Junts per Catalunya se atribuye el éxito del Prat. «El acuerdo está FUERA de la reunión bilateral, en una reunión política liderada por el Vicepresidente». Estas palabras forman parte del argumentario «no publicable» que Junts ha enviado a todos sus cargos y al que ha tenido acceso Economía Digital.
La figura del vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, destacó entre los asistentes de la delegación catalana. Una reclamación del ‘hombre fuerte’ de Puigdemont para marcar perfil propio frente a su socio al frente del Govern como es ERC.
Esta vez, las medallas del independentismo son para Junts o así, mediante su argumentario, pretenden hacer creer al nacionalismo más frustrado por volver a la mesa de negociación con el Ejecutivo central.
Por mucho que tachasen en los medios de «insuficientes» los acuerdos con la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, lo cierto es que Junts salió muy contento por lo conseguido: una inversión de 1.700 millones para ampliar el Prat y unirlo vía AVE con Girona y Reus.
Para este encuentro asistieron la consejera de Presidencia, Laura Vilagrá; el vicepresidente Jordi Puigneró; el consejero de Economía, Jaume Giró; la delegada del Govern en Madrid, Ester Capella, la secretaria general de la Presidencia, Núria Cuenca, el secretario general de la Vicepresidencia, Ricard Font, y el director general de Relaciones Institucionales y con el Parlament, Bernat Costas.
Sánchez conquista a Junts por primera vez
Por primera vez, Pedro Sánchez ha conquistado a Junts. Se trata de la tercera comisión bilateral celebrada en la ‘era Sánchez’ y todas bajo el paraguas del PSOE. La gran diferencia es que en ninguna, hasta el momento, el presidente del Gobierno había conseguido que Junts saliera satisfecho.
En la reunión de hace tres años no existía la mesa de diálogo ni ningún foro parecido a través del cual reconducir el conflicto hacia una mesa de negociación. Esa fue, en parte, la razón de su fracaso para el independentismo.
En 2018 el Govern intentó sin éxito convencer a Batet para que aceptase la formación de un «grupo de trabajo», en palabras de Maragall, sin capacidad de decisión, integrado por representantes institucionales y expertos en derecho constitucional y dirigido a explorar la búsqueda de soluciones políticas que hiciesen posible el ejercicio del derecho a decidir. La ministra de Política Territorial por aquel entonces rechazó la propuesta.
El segundo encuentro tampoco se tradujo en acuerdos. La última reunión de la comisión bilateral en 2019 acordó un calendario de reuniones hasta finales de diciembre que debería haber dado lugar a pactos en materia de transferencias pendientes, financiación, déficit y recursos ante el Constitucional, entre otras materias. Finalmente, la convocatoria de elecciones anticipadas impidió su desarrollo.
El argumentario realizado por los de Puigdemont este lunes desmiente las declaraciones de Vilagrá nada más salir del encuentro: «Estos acuerdos nos parecen insuficientes. Hay que seguir trabajando», señaló la dirigente de ERC.
El encuentro se ha saldado con dinero, aviones y el AVE para Cataluña. Una inversión «muy importante para Cataluña», en palabras del propio Puigneró. Junts ya no vende enfrentamiento y radicalidad: ERC le vende protagonismo a cambio de tranquilidad entre los socios del Govern sin garantizarse un tiempo determinado de duración a esta tregua.
Dinero, aviones y el AVE
La ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat que «desbloquea» la inversión de 1.700 millones de euros propuesta por Aena permitirá, además, llevar la alta velocidad ferroviaria a los aeropuertos de Reus (Tarragona) y Girona.
Una reunión secreta, que no figuraba en la agenda del Govern ni de Moncloa, desbloqueó el acuerdo este lunes al mediodía. El departamento de Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio, comandado por Jordi Puigneró, y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que dirige la exalcaldesa de Gavà (Barcelona) Raquel Sánchez, han acordado convertir El Prat en un ‘hub’ de vuelos internacionales.
Una apuesta fuerte y provechosa para la Generalitat que, sin embargo, albergaba dudas en el seno de la coalición catalana. Junts no las tenía todas consigo. Según ha podido saber ED, en el partido de Puigdemont eran pesimistas con el proyecto porque «la Comisión Europea es quien tiene la última palabra», señalan.
La solución definitiva sobre la ampliación de El Prat se determinará en el próximo Plan Director, que será posterior al Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) que el Consejo de Ministros pretende aprobar el próximo 30 de septiembre.
Antes de ello, se realizará una consulta previa a la Comisión Europea (CE) por la afectación medioambiental que puede tener el proyecto. La última palabra la tiene Europa y este era el miedo de Junts.
Sin embargo, la reunión con el Gobierno central desencalló la apuesta. Fuentes conocedoras de los encuentros mantenidos a puerta cerrada señalan que el Ejecutivo de Sánchez se ha comprometido con los separatistas para que la Comisión, en concreto el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, dé luz verde al proyecto.
Los dos mayores escollos, los de la contaminación acústica y el del impacto ambiental cuentan con compromisos en firme por parte de Aena y del Gobierno central de abordarlos conforme a la ley y bajo la supervisión de la Comisión Europea, cuyo visto bueno es imprescindible para realizar una actuación como la que se propone en un espacio especialmente protegido de la UE.
Sin embargo, y según las fuentes consultadas, la gestión de las propias instalaciones, uno de los grandes reclamos de las fuerzas independentistas catalanas, no se abordó en la reunión.
El Govern seguirá negociando las 56 exigencias que planteó con esta comisión bilateral, tras haber arrancado el compromiso de ampliar el Prat y conectar Reus y Girona con el AVE.
Junts vuelve a repartir juego, mientras ERC se lo cede para evitar dos voces en el Govern. Tan solo falta el voto a favor del independentismo a los PGE de 2022 para que Sánchez pueda dormir tranquilo los dos años que restan de legislatura, si no hay sorpresas ni adelanto electoral. Esa es la contraprestación de Moncloa a esta cesión.