Junts retoma su ofensiva contra la mesa de diálogo y ERC tras la crisis de los avales
El partido de Carles Puigdemont lamenta la tibieza de ERC: "No se levantarán de la mesa ni aunque Junqueras vuelva a la cárcel"
Junts per Catalunya no da tregua. Tras los embistes a ERC y la mesa de diálogo por la detención y posterior puesta en libertad de Puigdemont en Cerdeña, el partido ha vuelto a movilizar a sus cuadros para arremeter contra su socio en el Govern y ese órgano entre Generalitat y Moncloa del que se autoexcluyeron al proponer como representantes a los indultados Sànchez y Turull.
Un embiste para marcar perfil independentista frente a los republicanos, a los que afean su exceso de fe en el Gobierno. «ERC no se irá de la mesa de diálogo ni aunque Junqueras vuelva a la cárcel», explican fuentes a Economía Digital. Los posconvergentes llevan tiempo boicoteando este órgano, y exigiendo que el Govern se retirara si no había referéndum y amnistía.
La organización también ha hecho llegar a sus cuadros un argumentario demoledor contra la mesa y el Gobierno de España: «Mientras haya embargos, persecuciones judiciales o encarcelamientos, no se podrá hablar de distensión o reencuentro. Con represión, es muy difícil hablar de normalización y de diálogo».
«La decisión de tumbar los avales es una muestra más de la voluntad de diálogo del Estado, una muestra más de la agenda del reencuentro. La única forma de diálogo que utiliza el Estado para solucionar el conflicto político es la represión constante y contra todo», recoge el documento de uso interno de Junts.
Junts compara al Tribunal de Cuentas con Franco
El partido de Carles Puigdemont ha acusado al Tribunal de Cuentas a «sembrar miedo», lo que califica de «represión brutal». Incluso, compara los embargos que sufrieron familias republicanas en 1939 tras la victoria de los franquistas con la situación en la que se encuentran los encausados, y acusa al órgano de ser continuador de la dictadura: «Son los mismos».
Los argumentos que deben repetir los líderes políticos también cierran filas con el conseller Giró, e insisten en que el Govern «no puede dejar desamparados a los servidores públicos, y menos durante una decisión política, de represión económica, sin fundamento jurídico y que no da margen ni a un nuevo plazo para presentar nuevas fianzas».
Los de Junts insisten en la «legalidad» del decreto, que fue avalado por amplia mayoría en el Parlament y también por el Consell de Garanties Estatutàries. «Si el tribunal de cuentas lo rechaza, es por motivos políticos, para seguir adelante con la persecución que lleva a cabo para arruinar a los dirigentes del independentismo».
Puigdemont exige a ERC que no le negocie «un indulto anticipado»
Los ataques a la mesa por el Tribunal de Cuentas no han sido los únicos. El expresidente de la Generalitat ha exigido a ERC, única interlocutora independentista en la mesa de diálogo, que no negocie por él su situación procesal y le arregle “un indulto anticipado”. “No fuimos al exilio para pedir el indulto”, ha explicado el prófugo en una carta al diario El Punt Avui.
El expresidente ha asegurado que un indulto anticipado “no es la solución al conflicto”. El dirigente independentista, que lleva cuatro años viviendo en Bruselas, ha insistido en que la única salida al conflicto es la “amnistía” y que no dejará de reclamarla “con insistencia, naturalmente no a cambio de la renuncia a la autodeterminación”.
«Pido, por tanto, que mi situación personal no forme parte de ninguna agenda de la llamada mesa de diálogo acordada por ERC y el gobierno español, ni de ninguna conversación bilateral”, ha exigido Puigdemont. “Cuatro años de exilio nos han reafirmado en la idea de que la solución al conflicto entre Cataluña y España es política y es colectiva”.