Junts pel Sí ya señala abiertamente el 6-S para aprobar la desconexión

Los planes de Junts pel Sí y la CUP se van despejando. La guerra de nervios abierta con el Estado ya tiene fecha de resolución: el 6 de septiembre, cuando se celebrará el próximo pleno en el Parlamento Catalán. Un escenario que los soberanistas han preparado durante los últimos meses para escenificar la ruptura y aprobar la ley del referéndum y la de transitoriedad jurídica.

Hasta ahora jugando al gato y el ratón, Junts pel Sí ya reconoce abiertamente su estrategia. El presidente del grupo parlamentario, Lluís Corominas, ya apunta abiertamente al 6-S. “Es un escenario posible, seguramente el más probable”, reconoce en declaraciones a Catalunya Ràdio. “Nosotros no estamos solos en esta partida política, sino que también están el resto de grupos”, puntualiza.

La fecha ya fue desvelada por Economía Digital al explicar el camino a seguir por los independentistas: cambiar el orden del día en el mismo pleno del 6 de septiembre e incluir la votación de dos leyes decisivas que ya están preparadas: la ley del referéndum, que debe amparar el 1-O, y la ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República catalana.

El Gobierno recurrirá «de inmediato» las leyes aprobadas el 6 de septiembre

Si bien la CUP fue la formación que solicitó la ruptura en el próximo pleno, la estrategia lleva el sello del propio presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y su núcleo duro en el Pdecat, entre los que sobresale Jordi Turull. Apartados quedan nombres como Marta Pascal, coordinadora del partido, que era partidaria de aprobar la ley de transitoriedad tras el referéndum.

Ante el desafío, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ya avisó este miércoles de que la administración central recurrirá “de inmediato” las leyes previstas para el 6 de septiembre.  “Probablemente ese mismo día tendrán el recurso de inconstitucionalidad, y si no, a la mañana siguiente. No nos cogerá desprevenidos”, avisó.