Junts impone sus ‘tempos’ en la negociación con su segunda abstención a Aragonès
El partido de Puigdemont tumba de nuevo al candidato de ERC, y deja el Parlament bajo amenaza de disolución si se mantiene la falta de acuerdo
Sin sorpresas. Aragonès se ha quedado sin la presidencia de la Generalitat ante el bloqueo de Junts, que ha se ha abstenido por segunda vez en la investidura. La posición del partido de Puigdemont pone en marcha el reloj de los dos meses, en los que si los independentistas no consiguen un acuerdo, se convocarán nuevas elecciones.
Pere Aragonès únicamente ha cosechado 42 votos favorables, los 33 de Esquerra Republicana y los 9 de la CUP. Junts per Catalunya ha vuelto a sumar 32 abstenciones. Aunque no necesitaba la mayoría absoluta, los votos en contra de PSC (33), Vox (11), Comuns (8), Ciudadanos (6) y PPC (3) son más que los favorables, un total de 62.
En público, ninguna de las dos formaciones independentistas grandes se plantean agotar este margen para una investidura. Gemma Geis ha pedido «valentía» a Pere Aragonès, y le ha atribuido la responsabilidad de sumar apoyos a su investidura, y se han mostrado proclives a desbloquearlo si desde las filas republicanas hay voluntad.
“El desacuerdo independentista no es viable”, ha avisado la portavoz de la formación de Carles Puigdemont. Geis ha sostenido que “no queremos hacer un Govern independentista”, sino un Govern para conseguir la independencia. “Queremos que esta legislatura sea la suma de todas las estrategias”.
Los posconvergentes han vuelto a pedir unidad estratégica, en aquello referente al Consell per la República de Puigdemont y también en lo relativo a la estrategia de los partidos independentistas en Madrid. Además, ha pedido respeto por su formación: “Queremos un acuerdo en el que estén representados los votos a JxCat”.
Aragonès: «Estamos obligados a hacerlo con Junts»
Los ataques han sido en ambas direcciones. Aunque Pere Aragonès ha implorado de nuevo un acuerdo en el último minuto, ha llenado su discurso de reproches a Junts per Catalunya. “Hay quien puede tener la tentación de intentar reducir esta estrategia a un proyecto hecho y pensado solo para independentistas. Nada más lejos de la realidad”.
«Estamos obligados a hacerlo con Junts. Porque hay más de lo que de lo que nos une de lo que nos separa. Llevamos hecho mucho camino juntos y aún nos queda la parte más importante para recorrer. El independentismo es plural, y así lo demuestran los resultados del 14-F».
Pere Arargonès: «Estamos obligados a hacerlo con Junts. Porque hay más de lo que de lo que nos une de lo que nos separa»
Además, ha alejado la supeditación de las instituciones catalanas al Consell de Puigdemont: «Esta coordinación nos tiene que permitir multiplicar nuestra fuerza […] pero también si se pone en valor el liderazgo de las instituciones de Cataluña, este Parlament, el Govern y su presidente, que tiene una responsabilidad indelegable e insustituible».
El presidenciable ha preguntado a Geis en la réplica sobre cuál es el problema de fondo para la investidura: «No he sabido ver nada que fuera un obstáculo». Además, ha asegurado que ejercerá su papel institucional como presidente en funciones, cargo que ostenta desde la inhabilitación el expresidente Quim Torra.
Las críticas más duras al veto han venido desde los republicanos. El portavoz parlamentario, Sergi Sabrià, ha lamentado el bloqueo al que Junts somete la investidura. «Si ERC ha investido a un presidente de su espacio, también tiene que ser posible a la inversa». «La digestión puede ser lenta, pero no puede ser infinita», ha recordado.
Sergi Sabrià: «La digestión puede ser lenta, pero no puede ser infinita»
Además, Sabrià ha dejado claro que «no hay alternativa», ante los embistes del PSC y de los Comunes para formar una mayoría alternativa por la izquierda, aunque en el caso de los primeros sea solo con Illa al frente. El diputado ha asegurado que el único candidato que se ha visto en las investiduras es Aragonès: «De presidenciable solo hay uno».
PSC y ERC escenifican su lejanía
La distancia entre los socialistas y los republicanos se ha evidenciado en este pleno. Salvador Illa, que aspira a poder presentarse a la investidura pese a la falta de apoyos, le ha exigido a Aragonès que deje de lado los «engaños» del procés, como la supuesta mayoría independentista del 52%, que únicamente representa el 25% del censo.
Aragonès ha sido muy duro con el socialista, al que le ha retraído su falta de apoyos para postularse a la investidura. «No escucha cual fue el resultado del 14-F. ¿Quién les votará a ustedes? ¿Con quién puede hacer alianzas ustedes? Hoy nosotros tendremos más votos de los que puedan tener ustedes, porque al final lo que cuenta es la capacidad de alianzas«.
Illa ha replicado a Aragonès que se preocupe solo por quien le votará: «Yo no voy a jugar al ping-pong político con usted, la culpa siempre es de los demás». «Llevan 10 años empujando a la sociedad a promesas en vano, que van cayendo y nos van mostrando lo que son, un gran engaño»: «Quiere estirar la estafa forzando la máquina».
«Ha llegado la hora de la verdad para todos, también para ustedes. Digan en público lo que ya reconocen en privado: no hay meta, no hay Ítaca, mientras por detrás: disputas, decadencia y división«. «Y ahora nos enfrentan con nuestras instituciones», ha lamentado Salvador Illa.
La CUP aprieta a Junts para que se sume al acuerdo
La CUP también ha presionado al partido de Puigdemont para que se sume al acuerdo, y ha pedido que la «unidad deje de usarse como arma arrojadiza. Desde al apoyo ‘crítico’ a ERC, han emplazado a Junts per Catalunya a sumarse al pacto: «No hay acuerdos estériles cuando se habla de garantizar derechos».
La diputada antisistema, Eulalia Reguant, ha emplazado a los secesionistas a convertir la legislatura en una «lucha por los derechos de la gente y la libertad del país», aunque con reproches a JxCat: «Mantendremos el puño cerrado ante quien quiere confundir país con partido, a quien no ponga en el centro a la gente y el país sino que ponga en el centro el baile de sillas».
Quien también ha extendido la mano a ERC ha sido Jéssica Albiach, quien ha mostrado sintonía en la parte social del acuerdo entre republicanos y anticapitalistas, y les ha ofrecido un Govern «de esperanza», pero manteniendo su exclusión a Junts: «Sin resentimientos, sin puñaladas, sin desconfianzas, que tiene todas las energías puestas, con lealtad a la gente y al Govern».