Debate en Junts por las candidaturas para 2023 y la posible coalición con el Pdecat
El partido de Puigdemont estudia escoger a los cabezas de lista municipales a partir del primer semestre de 2022
Pasado el ecuador del mandato, los partidos empiezan a preparar la maquinaria para presentarse a las elecciones municipales de 2023. Junts per Catalunya se plantea la posibilidad de fijar la elección de los candidatos a las alcaldías en el primer semestre de 2022, a año y medio de la cita electoral.
Una decisión que no todo el partido comparte. Según han explicado fuentes del partido a Economía Digital, hay quien preferiría que la maquinaria para elegir a los cabeza de lista para las elecciones de 2023 se pusiera en marcha este último semestre de 2021.
El partido de Carles Puigdemont quiere mantener su supremacía municipal, después de hacerse en 2019 con un total de 370 ayuntamientos. Los herederos de CDC perdieron el liderazgo en votos que cosechó CiU en 2015 a favor de ERC, pese a que los republicanos tienen menos consistorios bajo control (359).
La incógnita de su posible coalición con el Pdecat
A día de hoy, la tesis más extendida es que Junts se presente en solitario, puesto que se constituyó como partido tras la ruptura de Puigdemont y sus afines con el Pdecat.
La decisión todavía no está tomada, y el partido debe empezar a abordar la cuestión en las reuniones de Veguería –las territoriales de Junts–, y la reunión de un Consell Nacional que el partido quiere organizar de forma presencial.
El partido también debe abordar sus futuros pactos, como la incógnita de saber hasta qué punto es posible un pacto electoral con el Pdecat. Aunque Elsa Artadi cerró la puerta a una coalición general, sí que dejó abierta la posibilidad de que el partido vaya mano con mano en algunos municipios donde la formación heredera de CDC tiene a alcaldes potentes.
Una coalición para la que el líder de Junts e histórico concejal de CiU en el ayuntamiento de Barcelona, Joaquim Forn, ha pedido una oportunidad. El indultado por sedición manifestó a Jordi Sánchez que había que actuar con generosidad y recomendó que «quien no sea capaz de sumar, que haga un paso al lado».
Forn consideró que las diferencias ideológicas entre el Pdecat y Junts eran casi inexistentes, de manera que consideraba que este acuerdo era posible: «Cualquier otra cosa nos debilita». El conseller explicó que no se atrevía a valorar la fórmula, y ha insistido en que sería muy recomendable y positivo «sumar diferentes sensibilidades a las municipales».
Una idea que algunas agrupaciones locales empiezan a explorar, aunque no necesariamente con el Pdecat. Según han explicado desde Junts, hay algunos municipios que han planteado la posibilidad de coligarse con agrupaciones y partidos de ámbito local. Esto permitiría conservar o tomar algunas plazas.
La clave de las diputaciones
También, podría ser una buena opción para sumar esos votos al reparto posterior de los plenos de las diputaciones. Estos se configuran por elección indirecta, puesto que el cómputo global de votos en la provincia durante las municipales se usa para repartir los escaños entre partidos.
Junts solo gobierna como socio mayor la diputación de Girona, su máximo bastión. Está presente en los gobiernos de las otras tres: la de Tarragona y Lleida como socio menor de ERC; y la de Barcelona como socio menor del PSC. CiU en 2015 consiguió mantener bajo control las cuatro demarcaciones catalanas, con ERC como socio menor en algunas de ellas.
Incluso podría ser una buena fórmula el agrupar bajo una denominación común a todas esas candidaturas independientes de ámbito local. El PSC y ERC ya hace tiempo que lo hacen. Los republicanos añaden a sus listas aliadas la coletilla de «Acuerdo Municipal (AM)», mientras que los socialistas usan la fórmula «Compromiso Municipal (CP)».