Junts boicotea la mesa de diálogo a dos meses de la cita clave
Carles Puigdemont y Laura Borràs desacreditan las negociaciones entre la Generalitat y el Gobierno de Pedro Sánchez, fijadas para septiembre
La mesa de diálogo ha dividido a las formaciones independentistas tras el arranque de la nueva legislatura en Cataluña. Esquerra, que se encargó de resucitar las conversaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez, se ha topado de bruces con sus socios de la coalición, que ya modulan el discurso en público para desacreditar el encuentro.
A dos meses de que las dos partes se citen en Barcelona para debatir la solución para el conflicto político, los estandartes de Junts han incrementado sus críticas contra la negociación con los socialistas. El expresidente catalán, Carles Puigdemont, ha sido el último en cargar contra del acercamiento porque no habrá participación directa de la sociedad catalana.
«Los procesos políticos para hacer un país no se pueden decidir en un despacho ni en una dicha mesa de diálogo», ha advertido el dirigente independentista en un acto organizado por el Consell per la República en la localidad francesa de Perpiñán, donde se ha rodeado de otros exconsejeros que se fueron a Bélgica para eludir la acción de la Justicia.
El expresidente catalán ha reivindicado que el mandato de la sociedad catalana ya está establecido desde el referéndum orquestado en 2017. «No abandonaremos hasta el reconocimiento formal de la república catalana. Nos queda un largo camino, pero solo lo podremos hacer si vamos dando pasos encadenados como venimos haciendo desde el 1 de octubre», ha enfatizado.
«La independencia sigue viva»
Carles Puigdemont, expresidente de Cataluña
Sus declaraciones se suman a las de otros pesos pesados del partido como la actual presidenta del Parlament, Laura Borràs, que ha llegado a calificar la mesa de diálogo como un «producto del marketing», por lo que ha vaticinado que finalmente las conversaciones quedarán en agua de borrajas.
«Lo que tendrán que hacer las fuerzas políticas que dan apoyo al Govern cuando la mesa de diálogo fracase será decidir hacia dónde se lleva el embate democrático y en qué forma«, ha expresado la que fuera cabeza de lista de Junts en las pasadas elecciones autonómicas en una entrevista con Catalunya Ràdio.
Su posición choca de frente con la estrategia de los republicanos que en cuanto alcanzaron la presidencia reactivaron la vía de diálogo, suspendida por la pandemia y la inhabilitación de Quim Torra. Pere Aragonès ya acercó posturas con Pedro Sánchez en un primer encuentro en Moncloa, que servirá como antesala de la negociación definitiva con todos sus equipos.
El referéndum y la amnistía, protagonistas de la mesa de diálogo
En lo que sí que se han puesto de acuerdo las dos formaciones independentistas es en la postura que mantendrán durante la negociación. La amnistía de los políticos independentistas implicados en causas judiciales vinculadas al ‘procés’ y la convocatoria de un referéndum para elegir el futuro de Cataluña son sus dos grandes bazas.
Eso sí, sus interlocutores han cambiado. La renovación del Gobierno de Pedro Sánchez coloca al flamante ministro de Presidencia, Félix Bolaños, como uno de los nuevos nexos entre las dos administraciones. Lo mismo ocurrirá con la titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, que ya ha cerrado la puerta, por ejemplo, a la celebración del referéndum.
Mientras tanto, la propuesta socialista sigue instalada en conceder a Cataluña un mayor autogobierno, pero dentro de un modelo confederal que el partido ya ha bautizado como la «España multinivel» en el programa de la Ponencia Marco de 2021, su hoja de ruta para el próximo curso.
«La mejora de la convivencia en el seno de la sociedad catalana y el mejor encaje del autogobierno catalán con el resto de España constituyen objetivos de primer orden para los y las socialistas», reza el documento que se debatirá en el 40º congreso de los socialistas de octubre, justo unas semanas después de la mesa de diálogo.