Junqueras se compara con Bismark para atenuar su fracaso
El consejero catalán de Economía retrocede hasta la Alemania del SXIX con el objetivo de vender a su equipo la más que probable prórroga de las cuentas de la Generalitat
El vicepresidente de Economía de la Generalitat, Oriol Junqueras, todavía confía en convencer a los diputados de la CUP, con los que mantiene «contactos constantes», para que voten a favor del anteproyecto de presupuestos catalanes, según asegura un portavoz de su departamento.
Junqueras espera seducir a la CUP durante el debate parlamentario, que empezará el próximo 8 de junio: «la gran partida de los presupuestos se jugará en el Parlament», se insiste en el entorno del vicepresidente.
No obstante, ante la enmienda a la totalidad que ha anunciado el grupo anticapitalista, desde el departamento de Economía de la Generalitat se reitera que, si no consiguen la mayoría necesaria para aprobar las cuentas, «se prorrogarán», sin que esto suponga precipitar el final de la legislatura y la convocatoria de unas nuevas elecciones.
Junqueras bromea con Bismark
En tono jocoso, el mismo Junqueras, especialista en Historia de la Economía, recuerda a sus colaboradores que Bismark prorrogó cinco veces sus presupuestos, aunque estos hechos se produjeron en la Alemania del siglo XIX.
Un portavoz de Economía insiste en que, si no se aprueban los presupuestos, «quién se pondrá más contento será Montoro» porque el gobierno catalán no podrá gastarse todo lo que había previsto.
Estas fuentes recuerdan que, si se prorrogan las cuentas, deberán mantener el actual límite de gasto y, por este motivo, no se podrá ejecutar una parte del plan de choque social y se abortará el «embrión de las estructuras de Estado».
«Por primera vez», los ingresos y las inversiones previstas en al anteproyecto de presupuestos «son reales» y, además, se ajustaban al déficit marcado por el gobierno español, se indica desde el entorno de Junqueras.
Se incluyen los tributos suspendidos por el TC, pero no los anulados
Sobre la «desobediencia» al Estado que exige la CUP, las fuentes consultadas subrayan que se han incluido en la previsión de ingresos los tributos suspendidos por el Tribunal Constitucional, como son los que gravan los pisos vacíos (ya se ha ingresado por este concepto más de 11 millones de euros, tal como avanzó el presidente Carles Puigdemont en el Parlamento) y las operadoras de Internet.
En cambio, no se han contemplado los impuestos anulados por el Tribunal Constitucional, que también exige la CUP, como el que grava las centrales nucleares o los depósitos bancarios. Junqueras ha optado por una solución salomónica: se han incorporado los tributos suspendidos, pero no los anulados.